Uno de los puntos fuertes de Vox es la erradicación de Canal Sur, aunque de momento se contentaría con una reducción de plantilla y de cadenas casi completa. El futuro de la televisión pública andaluza de momento parece que no cambiara. Y es que resulta imposible que el servicio finalice como desea la formación de extrema derecha.

Esto se explica con el Estatuto de Autonomía, más concretamente en el artículo 210 del mismo. De este texto se desliza que el cambio que anhela la ultraderecha española sobre la televisión andaluza es imposible porque está blindada por este artículo. Una reforma requeriría de un acuerdo que se antoja imposible.

La renovación del Consejo de Administración sería también complicada, puesto que la ley requiere que se sustente en una mayoría cualificada que ninguno de los dos bloques tiene en estos momentos.

La izquierda, necesaria

La ley que rige el funcionamiento de la radio y televisión andaluza fue aprobada en 2007 y Ciudadanos apostó por cambiarla unos meses atrás. Esto obliga a que los miembros del Consejo de Administración sean elegidos por una mayoría de 3/5 en el Parlamento andaluz.

No obstante, tal y como está el reparto de escaños tras los comicios del 2 de diciembre, se antoja imposible. Las posturas entre la izquierda y la derecha están resquebrajadas y rota. El pacto entre PP y Ciudadanos, con el sustento de Vox ha dinamitado cualquier posibilidad de cambio a este respecto.

Y es que, por mucho que le pese a Vox, la izquierda sería necesaria para reformar dicha ley y, por  ende, el Consejo de Administración. La derecha suma  59 escaños, mientras que PSOE y Adelante Andalucía alcanzan los 50. Unas cifras que se antojaran insuficientes para cumplir los deseos de la formación ultra.