La de este jueves 3 de febrero será una jornada que exigirá disponer de un ábaco y buena salud. La votación del Real Decreto de la reforma laboral acordada entre el Gobierno de coalición, patronal y sindicatos será una de las más ajustadas que se recuerdan. Los socios habituales del Gobierno, a saber, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), EH Bildu y PNV, se han enrocado en el ‘no’ por considerarla tan descafeinada que no cumple con la promesa del Ejecutivo de derogar la reforma laboral de Mariano Rajoy del 2012. Todos ellos censuran que socialistas y morados no han querido negociar, pues ha sido un “trágala” de manual. De hecho, su condición es que se tramite como Proyecto de Ley y no como Real Decreto, pues el primero permite introducir enmiendas y el segundo cercena esa posibilidad. Con la fractura del bloque plurinacional sobre el que hasta la fecha descansaba la estabilidad de la legislatura, Pedro Sánchez ha redirigido su mirada hacia Ciudadanos. Los naranjas son el salvavidas al que se aferra Moncloa, pues su único requisito es que se conserve la integridad del pacto con la CEOE “sin tocar una coma”. Así las cosas, según ha podido saber ElPlural.com, a esta hora la reforma laboral recibiría el visto bueno de la Cámara Baja.

El Gobierno necesita más síes que nos, por lo que deberá de superar los 173 votos en contra que, en este momento, suma el ‘no’: PP (88), Vox (52), ERC (13), PNV (6), EH Bildu (5), Junts (4), CUP (2), BNG (1), Foro Asturias (1) y del diputado fugado de Ciudadanos, Pablo Cambronero. PSOE y Unidas Podemos, en conjunto, atesoran 154 escaños (serían 155 si los morados hubieran sustituido al inhabilitado Alberto Rodríguez). Además, ha logrado los siguientes aliados: Ciudadanos (9), PDeCat (4), Más País-Equo (2), Compromís (1), Nueva Canarias (1), PRC (1), Coalición Canaria (1) y Teruel Existe. A última hora del miércoles, UPN decantó la balanza anunciando que sus dos representantes darán su voto favorable, por lo que el resultado final sería de 176 a 173. Unión del Pueblo Navarro, que normalmente se alinea con las posiciones más duras del PP, en esta ocasión se ha desmarcado.

Los socios afean la soberbia de Moncloa

El presidente del Gobierno logró engrasar el bloque de la investidura pasando el rubicón de los Presupuestos Generales del Estado 2022 con nota, cosechando una holgada mayoría. No obstante, esto no es óbice para que no haya tenido en cuenta a sus socios durante las negociaciones con patronal y sindicatos. ERC, Bildu y PNV lamentan que el Ejecutivo únicamente les contactó para informarles de que habían rubricado un acuerdo con los agentes sociales mayoritarios y presentaron el Real Decreto como una iniciativa cerrada a la que no podrían introducir modificación alguna. En consecuencia, pese a que socialistas y morados insisten en que ha habido reuniones, llamadas y negociaciones, los independentistas vascos y catalanes lo niegan, argumentando que nunca se plantearon aceptar propuestas.

Este miércoles, el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ironizó en los pasillos del Congreso con que alguien del Gobierno "se ha pasado de frenada" al pensar que su formación iba a apoyar una ley que no deroga la reforma laboral del PP, en contra de lo que se había prometido, y que "salo gusta a Ciudadanos”. A su juicio, es una reforma tan descafeinada que en ningún caso podría hablarse de derogación de su predecesora, la de Rajoy en 2012.

Rufián ha incidido en que su partido "escuchará hasta el último minuto" antes de la votación para la convalidación del decreto, pero ha dado su palabra de que el Gobierno "no se mueve" ni ofrece alternativas a ninguna de las reivindicaciones que ERC y otros grupos independentistas han puesto sobre la mesa. "ERC escuchará hasta el último minuto, pero para escuchar, te tienen que hablar y hay un parte del Gobierno más preocupada de intentar vender su relato que de intentar sacar su reforma y eso es un problema", ha sentenciado.

En la misma tónica se mueve EH Bildu. La portavoz parlamentaria de la izquierda abertzale, Mertxe Aizpurua, ha solicitado que el Gobierno tramite la reforma como PL y no como RD para poder mejorarla, pues no aborda aspectos fundamentales. Si el Ejecutivo se abre a ello, su bancada dirá ‘no’ porque “sería votar ‘sí’ al núcleo básico de la reforma laboral del PP”. Con todo, al igual que ERC, garantiza que “los canales siguen abiertos”, pues aún “hay tiempo”.

Sobre la posibilidad de que tanto ERC como Bildu faciliten la convalidación del Real Decreto y en un futuro se abra de nuevo el melón del mercado laboral para introducir nuevas y más profundas mejoras, ambos partidos rehusan el ofrecimiento. Consideran que nada invita a pensar que si no se ha hecho hasta ahora no se hará en los próximos meses.

Por su parte, el PNV únicamente daría su ‘sí’ en caso de que los convenios autonómicos y provinciales prevalezcan.