Cuatro miembros de la campaña No Es Sano se han vestido de caja de fármaco para denunciar por las calles de Madrid el “alto precio de los medicamentos” de uso hospitalario. Bajo el hashtag #Vallafarmacéutica, han reclamado a los políticos que impulsen su rebaja y medidas para transformar el actual modelo de investigación y desarrollo de los mismos, para que sea “menos opaco”. En total, una veintena de personas han repartido octavillas por el Congreso de los Diputados, por el Ministerio de Sanidad y por el Ayuntamiento de Madrid.

“El sistema está roto”

Lo han hecho de forma tranquila y sin sobresaltos, cumpliendo en todo momento las indicaciones de la policía. Un grupo de 20 miembros de la campaña No Es Sano, mayoritariamente estudiantes y profesionales del sector sanitario, se ha concentrado este miércoles por la mañana frente al Congreso de los Diputados, frente al Ministerio de Sanidad y frente al Ayuntamiento de Madrid para denunciar el “alto precio de los medicamentos” de uso hospitalario e instar a los políticos a que tomen medidas al respecto. Una de las proclamas que han lanzado, de forma tímida, es la de que “el sistema está roto”.

Marca “Sobradi”

Cuatro personas vestidas de cajas de medicamentos, marca “Sobradi” (en alusión al tratamiento para la hepatitis C, que se llama Sovaldi), se han dedicado a crear barreras a los transeúntes para poder comunicarles los fines de la campaña. Una de las personas que se han encontrado por las calles de Madrid es la actriz Nathalie Seseña, que ha escuchado con atención las explicaciones sobre cómo el precio de los medicamentos se convierte en una “barrera” para salvar vidas. En las cajas de medicamentos, se ha podido leer el texto “Atención: el sistema de medicamentos actual es una barrera para el acceso al derecho a la Salud”.


Humberto Arnés, director general de la Asociación Nacional Empresarial de la Industria Farmacéutica, Farmaindustria, charla con las activistas.

De enfermedades graves

Vanessa López, directora de Salud por Derecho, una de las organizaciones que promueven la campaña, ha subrayado que no hay que permitir que los precios de los medicamentos sean “arbitrarios” y que éstos se decidan “en función de lo que cada país está dispuesto a pagar”. “Hablamos de fármacos que tratan enfermedades tan graves como el cáncer, el sida, las enfermedades raras o la hepatitis C y deberían ser considerados un bien público”, ha declarado.

Ana María Aburto, farmacéutica y voluntaria de Médicos del Mundo, ha aseverado que el problema es la opacidad en todos los procesos que hay alrededor de los medicamentos. Ha insistido en que se refieren a los medicamentos de uso hospitalario, no a los que se dispensan en las farmacias comunitarias. “No sabemos si el precio de los medicamentos es real o no lo es”, ha aseverado. Ante la pregunta de si se rebajan los precios, quizá también se reduciría la investigación; ha defendido que “podría haber otro modelo de investigación”. De acuerdo con sus palabras, “la financiación pública debería tener un retorno”. “Tiene que primar la salud pública sobre la economía de mercado”, ha sostenido. Ella y sus compañeros han informado de que la mayoría de los partidos políticos han respaldado su manifiesto, firmando la declaración de No Es Sano y comprometiéndose a buscar un nuevo modelo, excepto PP y Ciudadanos, que “aún se lo están pensando”.

Con el representante de la industria farmacéutica

Al encontrarse la comitiva en el Ayuntamiento de Madrid, se han dado los dos momentos más curiosos de la jornada. Uno, lo ha protagonizado Humberto Arnés, director general de la Asociación Nacional Empresarial de la Industria Farmacéutica, Farmaindustria, que precisamente se vería afectada por la bajada de precios de los medicamentos. Arnés estaba en el centro y, según lo que ha dicho, ha visto a los miembros de la campaña y se ha interesado por ella.

Ha tenido una conversación, en tono cordial, con López. “Hay que buscar soluciones. Lo del precio abusivo es una forma de entenderlo. Hay muchas variables. Curar tiene un valor y el valor es un elemento fundamental para fijar el precio, aunque no es el único”, ha argumentado. A continuación, ha invitado a la directora de Salud por Derecho a tener una reunión y a hablar. “Necesito conocer lo que opináis. Hay que encontrar la mejor solución para que el ciudadano tenga el medicamento que necesita. Hay que generar un círculo virtuoso para que la innovación siga”, ha recalcado. También ha negado que una empresa, cuando investiga, piense sólo en la rentabilidad.

La alcaldesa, “estupendamente”

Por otro lado, Manuela Carmena, alcaldesa de Madrid, ha sido informada de las propuestas de No Es Sano personalmente, en las inmediaciones del consistorio. Una vez que ha terminado de escuchar a los miembros de la campaña, ha pronunciado un “estupendamente”. Después, se ha hecho fotos con varias de las personas vestidas de cajas de medicamentos. Por último, varios concejales de Madrid (Yolanda Rodríguez, concejala de Hortaleza y Ciudad Lineal; Carlos Sánchez Mato, concejal de Economía y Hacienda y de Vicálvaro; Pablo Soto, concejal de Participación y Gobierno Abierto, y Javier Barbero, concejal de Salud y Emergencias) han posado junto a ellas.

Una de cada tres personas, sin acceso

En el Congreso, los miembros de No Es Sano han entregado a los partidos políticos un manifiesto suscrito por una veintena de organizaciones no gubernamentales, colegios profesionales y asociaciones científico profesionales. El documento reclama la construcción de un sistema de investigación médica eficiente, sostenible y que garantice el acceso a los medicamentos a un precio asequible. Según No Es Sano, hoy en día, una de cada tres personas no tiene acceso a los fármacos que necesita.