Parece que fue ayer cuando en un ejercicio muy español y mucho español  Mariano Rajoy se cobijaba durante más de ocho horas en un bar mientras el Congreso debatía una moción de censura contra su Gobierno. El tiempo pasa volando. Este domingo se cumple un mes desde que el expresidente saliera del restaurante Arahy en dudoso estado. Al día siguiente, se produjo la votación de la moción de Pedro Sánchez. Prosperó y el secretario general del PSOE se convirtió en el primer líder Ejecutivo en aterrizar en la Moncloa mediante ese método. Por este motivo, y dado el escueto y fragmentado apoyo parlamentario que ostenta, apenas 84 escaños (suma apenas 151 con el apoyo de Unidos Podemos, que tiene 67), a Sánchez no se le concederá un plazo de 100 días para evaluar su rumbo. No se le ha concedido ni un mes de cortesía. Haciendo balance, ¿qué ha hecho el presidente en sus primeros 30 días?

Extirpar la corrupción

Las motivaciones de la moción de censura respondían a un imperativo ético, tal y como el líder socialista especificó en una rueda de prensa en Ferraz. El lodazal de corrupción en el que estaba sumido el PP fue el verdugo de Mariano Rajoy. El expresidente no pudo sobrevivir al fallo de la Audiencia Nacional y, en consecuencia, Sánchez le sucedió.

El líder socialista llegó a La Moncloa presentando una moción de censura motivada por la corrupción del anterior Gobierno, por lo que su Ejecutivo no podía permitirse ni una multa de tráfico sin pagar. Con este escenario como telón de fondo, se produce el caso Màxim.

Màxim Huerta prometió el cargo de ministro de Cultura y Deporte el pasado jueves 7 de junio. Pasó una semana y tuvo que dimitir. Màxim el breve anunció su dimisión en una rueda de prensa convocada tras trascender que el ya exministro defraudó 218.332 euros en los ejercicios 2006, 2007 y 2008. Según desveló El Confidencial, el ministro incumplió sus obligaciones fiscales, tal y como concluye la inspección realizada por Hacienda que finalizó en 2012 y por la que Huerta fue condenado a pagar las costas del juicio. La noticia fue publicada en torno a las 09:00 horas, y diez horas más tarde, dimitió.

Los populares se empeñaron en incidir en el caso para desgastar al recién llegado Sánchez, pero los datos son los datos: Huerta dimitió en 10 horas mientras figuras como Ana Mato tardaron un año y nueve meses (y continúa como asesora en Bruselas); José Manuel Soria cinco días, Pilar Barreiro más de 80, Miguel Arias Cañete sigue, Pedro Antonio Sánchez tardó 50 días…

Para bien o para mal, las políticas del Partido Popular siempre fueron eclipsadas por imputaciones, desvelaciones, informes policiales, sentencias, investigaciones…Tanto es así que tendríamos que retroceder varios meses (años quizá) para dar con una sesión plenaria de control al Gobierno en la que no copara la centralidad del debate los casos Gürtel, Púnica, Lezo... Pero aquello se acabó. Pedro Sánchez se enfrentó a su primera sesión de control como líder del Ejecutivo y, en el orden del día, no se incluyó ni una sola mención a la trama gürteliana en las preguntas previstas. En su lugar, tuvo que responder a temas como la financiación autonómica, la gestación subrogada, Cataluña, la revalorización de las pensiones, la reforma laboral… Tan solo un partido insistió y persistió en temas relativos a corrupción. Irónicamente, era el PP.

El mandato del 8M

El secretario general del PSOE ha reiterado una y otra vez que el 8M cambió la dinámica política. Un punto de inflexión del que había que tomar nota. El feminismo ha llegado para quedarse, y el pensamiento tan revolucionario de que hombres y mujeres deben convivir en igualdad real ya no es tan revolucionario, sino que es sentido común. Y el presidente parece que tomó nota.

El Ejecutivo que esbozó consta de 17 ministerios, y 11 de ellos estarían comandados por mujeres: María Jesús Montero (Hacienda), Nadia Calviño (Economía y Empresas), Carmen Montón (Sanidad, Consumo y Bienestar Social), Teresa Ribera (Transición Ecológica), Meritxell Batet (Política Territorial y Función Pública), Dolores Delgado (Justicia), Isabel Celaá (Educación, FP y portavoz) y Magdalena Valerio (Trabajo, Migraciones y Seguridad Social), Margarita Robles (Defensa) y Reyes Maroto (Industria, Comercio y Turismo).

Con estos nombres copando los sillones de la bancada azul en el Congreso, Sánchez ha hecho historia, situando a España como el país con el mayor número de mujeres que toda la OCDE.

Las heridas del franquismo

Era uno de los temas candentes con el cambio en la presidencia del Gobierno y Pedro Sánchez parece dispuesto a atajarlo. El torturador José Antonio González Pacheco, más conocido como Billy el Niño, otrora inspector de la Brigada Político Social, cobra una pensión incrementada en un 15% de manera vitalicia gracias a una condecoración del Gobierno franquista otorgada dos días antes de las primeras elecciones democráticas en España (1977). El exministro de Interior Juan Ignacio Zoido argumentó que “no” podía retirarle la condecoración porque “fue hace más de 40 años” y “no me parece que haya justificación legal”. Su sucesor, Fernando Grande-Marlaska, no se mueve en la misma tónica y ha solicitado un estudio sobre el expediente de la Medalla de Plata al mérito policial retirársela.

Pero las labores de higiene para con el pasado franquista de Sánchez no se han limitado a Billy el Niño. El presidente está decidido a sacar los restos del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos en el mes de julio.

País Vasco y Cataluña

Pedro Sánchez se reunió con el lehendakari Íñigo Urkullu el pasado lunes. Durante su encuentro, el presidente se comprometió a estudiar la posibilidad de crear un grupo “bilateral y permanente” para el traspaso de las 37 competencias pendientes en el Estatuto de Gernika. Asimismo, se está trabajando en el acercamiento de presos de ETA.

Con respecto a Cataluña, Sánchez tiene agendada una reunión con el president de la Generalitat, Quim Torra, para el próximo lunes 9 de julio. Sobre la mesa también estará el traslado de los presos independentistas a cárceles catalanas. Asimismo, el líder del Ejecutivo cuenta con un as bajo la manga: Pablo Iglesias.

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se reunieron en La Moncloa la pasada semana a fin de encontrar puntos comunes de trabajo. Uno de ellos es el acercamiento de posiciones y diálogo con el Govern. El líder morado se le adelantó y, según anunció tras su cita, el president de la Generalitat no contempla la vía unilateral. Tras el encuentro que mantuvieron ambos, Iglesias informó al detalle a Sánchez y este gestionó con Instituciones Penitenciarias un permiso especial para que Iglesias pudiera visitar a Cuixart sin cristales de por medio. De hecho, el secretario general de Podemos se mostró muy agradecido con el líder del Ejecutivo. Tanto Sánchez como Iglesias se han propuesto desencallar la situación en Catalunya. Iglesias ya se ha ofrecido como “mediador” y falta saber si el presidente del Gobierno enarbolará una hoja de ruta conjunta, lo que situaría a Pablo Iglesias como el ministro en la sombra para Catalunya.

Más financiación y una nueva política migratoria

El presidente del Gobierno compareció ante el Congreso de los Diputados para informar con carácter previo sobre la reunión del Consejo Europeo que tuvo lugar los días 27 y 28. Por norma general, el líder del Ejecutivo comparece tras el encuentro para ofrecer una síntesis global de los asuntos tratados, pero Sánchez precisó que al tratarse del primer Consejo Europeo al que acude, y dado que quiere “abrir una etapa de diálogo”, considera necesario “escuchar a todos los grupos del Parlamento” antes de la cita.

Durante su intervención, anunció que propondría ante el Consejo Europeo reforzar y profundizar en el diálogo con los países de tránsito y origen, control en las fronteras y la lucha contra las mafias. En este sentido, como consecuencia de su reunión con Angela Merkel, Europa se compromete a reforzar la financiación de la dimensión exterior en el marco de FRONTEX (concretamente, unos 34.900 millones de euros entre 2021 y 2027): “España tendrá más recursos”, ha subrayado. Además, se ha alcanzado un acuerdo de mínimos en materia de migración para crear centros de refugiados en países europeos, acabando así con la política de cuotas de inmigrantes (que, por otro lado, el Gobierno de Rajoy no cumplió).

Además, Sánchez ha levantado el veto a numerosas Proposiciones de Ley encalladas en la Mesa del Congreso por los vetos del Ejecutivo anterior, se ha abierto la puerta a la Ley de Eutanasia, se han producido avances en materia de pensiones y subida salarial, se trabaja en la remodelación de RTVE… Y todo, en un mes.