El desafío soberanista de Catalunya ha marcado la agenda política desde el inicio del nuevo curso político. La cortina de humo de la ciclogénesis independentista había permitido a Mariano Rajoy librarse de la cruz del Partido Popular: la corrupción. El presidente del Gobierno tuvo que declarar en pleno julio, concretamente el día 26, ante el tribunal Gürtel, ostentando así el dudoso honor de ser el primer líder del Ejecutivo que, en la historia democrática española, es citado en el marco de un caso de corrupción mientras ejerce el cargo. Pero si Rajoy creía que podía escaquearse, no ha sido así. El pasado lunes 9 de octubre la Fiscalía Anticorrupción hizo oficiales sus peticiones para los acusados en el juicio Gürtel. En sintonía con las solicitudes avanzadas por ELPLURAL.COM, pidió que se condenara al PP y a Ana Mato al considerarlos partícipes a título lucrativo. En este sentido, Pablo Iglesias ha aprovechado la coyuntura para retomar el episodio más negro del PP (al menos uno de ellos).

El secretario general de Podemos le ha preguntado qué reflexiones le merece al presidente del Gobierno que haya evidencias judiciales de que su formación ha financiado ilegalmente. Rajoy le ha respondido escudándose en que fue hace mucho tiempo: "Tengo que pensar que se refiere al juicio caso Gürtel que está en la Audiencia Nacional. Habla de unas elecciones de hace 14 años en dos municipios de Madrid. El PP no está acusado, solo aparece a título lucrativo”, a lo que Rajoy ha añadido que “la Inquisición vuelve con fuerza".

Iglesias ha contraatacado citando a los Monty Phyton y, con una sorna más propia del presidente que del líder morado, ha utilizado el recurrente mantra del propio Gobierno así como al requerimiento enviado por Rajoy a Carles Puigdemont: "Vuelvan ustedes a la legalidad, porque no se puede dialogar con quien está fuera de la ley y la Constitución. ¿Van a volver ustedes a la legalidad? Y contésteme sin ambigüedades, con un sí o un no”. El secretario general de Podemos también ha citado a Pablo Casado y ha dicho que "es bueno no repetir la historia, no vaya a ser que acaben como Ignacio González. En la cárcel".

La pregunta y posterior réplica de Iglesias ha despertado algunas risas en los pasillos y sala de prensa del Congreso. Pero el momento irrisorio ha llegado cuando Rajoy ha jugado la carta de Venezuela, Irán y la presunta financiación irregular de Podemos, que nunca ha sido probada y que colecciona varias denuncias desestimadas. La bancada popular se ha fundido en un caluroso aplauso, zanjando así el asunto Gürtel, que ha regresado al Congreso desde aquel 30 de agosto en que, con estío y alevosía, el presidente tuvo que explicar sus vínculos con la trama en sede parlamentaria.