El próximo día 24 se cumple el 40º aniversario de la Matanza de Atocha, el atentado que realizó un grupo de ultraderecha contra el bufete de abogados laboralistas de CCOO y el PCE en la calle Atocha. Los terroristas tirotearon a los allí presentes, causando la muerte de cinco personas y dejando a otras cuatro heridas.

En este atentado, del que se libró milagrosamente la hoy alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, falleció el administrativo Ángel Rodríguez Leal, originario del pueblo de Casasimarro (Cuenca). Sin embargo, el alcalde de su pueblo, Juan Sahuquillo, del Partido Popular, se ha negado a colocar una placa conmemorativa del 40º aniversario de su muerte “para no herir sensibilidades de ninguna tendencia política" y "en aras de preservar la convivencia pacífica de todos los vecinos".

Así lo recoge el diario Las noticias de Cuenca, que aclara que la petición vino por parte de Ahora Casasimarro, partido que está preparando un acto conmemorativo en memoria de los cinco fallecidos.

La placa, curiosamente, se quería colocar en el parque Ángel Rodríguez Leal de la localidad, que en su día se nombró por el sindicalista sin que causara ningún problema a la “convivencia pacífica”. Más o menos como ocurre con las 23 plazas y calles de la Comunidad de Madrid que homenajean a los asesinados, o como el monumento que hay en la calle Atocha, en Antón Martín.

El alcalde explica en un escrito, con fecha 23 de diciembre, que deniega la instalación de dicha placa que la decisión "no implica un posicionamiento concreto de la Corporación". Y recuerda que el anterior gobierno municipal puso el nombre del sindicalista al citado parque y presume de que su equipo “no ha procedido a su cambio”.

Ángel Rodríguez Leal nació en Casasimarro en 1951 y trabajaba como administrativo en el despacho de abogados de la Calle Atocha. Murió con 26 años y, aunque primero fue enterrado en la Almudena, sus restos luego fueron trasladados a su Casasimarro natal.