Al alcalde del PP de la localidad conquense de Villar de Cañas, de menos de 500 habitantes, le gusta El gato al agua y presume de ser, simplemente, un herrero. Pero ahora “sabemos que José María Saiz es un acérrimo defensor del pensamiento único y un intolerante contra aquellos que expresan una opinión que no es la suya”, reconocen a ELPLURAL.COM un representante de la Plataforma contra el Cementerio Nuclear en Cuenca, que el domingo concentró en este pueblecito manchego a 3.000 personas que no les gusta el basurero radiactivo que el Gobierno de Rajoy, con la complicidad del Ejecutivo de Cospedal, construirá en la zona.


Pancartas en los balcones contra Barreda

El alcalde popular convocó una rueda de prensa para dar a conocer la decisión del ayuntamiento de declarar expresamente a José María Barreda, ex presidente de la Junta de Comunidades, “persona non grata” por el mero hecho de anunciar su participación en la manifestación de este domingo. Ataque organizado y orquestado contra el dirigente socialista, como quedó probado en numerosos balcones de la plaza de la localidad donde pendían pancartas en las que se podía leer, entre otros slogans: “Barreda mamón estamos en el paro por tu mala gestión”. Por cierto, en la plaza hay una docena de casas, pero solo una está habitada. “¿Quién colgó estas pancartas vejatorias contra Barreda?”, se preguntaban algunos manifestantes.


Prohibido pensar y opinar

Por su parte, José María Barreda pidió a los intransigentes que se “acostumbren a que la gente piense diferente”, al mismo tiempo que le pedía al alcalde de Villar de Cañas “respeto a los que pensamos que el ATC no es una solución para su pueblo”. Barreda declaró a los periodistas que siempre ha estado en contra del cementerio nuclear, “antes gobernando el PSOE en España y ahora, que ha sido un gobierno del PP el que ha tomado la decisión”.


La Diputación se suma al acoso

Pero lo más sorprendente de todo no ha sido la decisión del alcalde de Villar de Cañas de “enviar a los infiernos” a los 3.000 manifestantes, sino el apoyo a esta medida del polémico y excéntrico presidente de la Diputación de Cuenca, Benjamín Prieto, que ni corto ni perezoso adelantaba a los periodistas que el organismo provincial también propondrá declarar “persona non grata” a Barreda por participar en la manifestación contra el cementerio nuclear. “Es la persona responsable de la ruina de Castilla-La Mancha y se manifiesta en Villar de Cañas contra el progreso y el desarrollo de la provincia”, aseguraba Prieto por aquello de que el “Pisuerga pasa por dónde pasa”, en palabras del coordinador de IU, Cayo Lara, presente en la manifestación y “excomulgado” también por el alcalde.


Efecto llamada

Sea como sea, el caso es que los organizadores no esperaban más de un millar de manifestantes, pero al conocerse que el regidor de Villar de Cañas iba a declarar “persona non grata” a todos los asistentes, la afluencia ha sido masiva y las previsiones han sido desbordadas, llegando a esos tres millares de personas. Efecto llamada que el presidente del PP de la Diputación ha rechazado, descartando que la decisión del alcalde de “excomulgar” a todos los participantes haya sido un revulsivo para participar en la manifestación. Los números están ahí.