En pleno huracán naranja y tras varios días a resguardo, Albert Rivera ha vuelto. Lo ha hecho ante el Consejo General de Ciudadanos, un cónclave en el que ha querido reivindicarse y ha lanzado un aviso a navegantes: “Que monten un partido nuevo”.

Estas palabras rápidamente han sido interpretadas como un dardo envenenado para los críticos que estos días han abandonado el partido, como Toni Roldán, que dejó su puesto en la Ejecutiva y su escaño; y Javier Nart, que dejó la dirección pero no el sillón de eurodiputado.

A pesar de que desde la dirección de Ciudadanos han aclarado que la invitación a crear otro partido no era para los críticos sino para los poderes fácticos (“patronal, sindicatos o bancos”), Roldán ha tenido a bien responder.

A través de un tuit publicado en su cuenta oficial, el exportavoz económico le ha reprochado que “no hace falta crear un partido, solo hay que sentarse, exigir reformas, regeneración y que no haya pactos con nacionalistas”.

“Habrá leído los titulares erróneos”, argumentan desde la cúpula naranja.