El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha acusado al candidato a la moción de censura de Vox, Santiago Abascal, de impulsar la iniciativa para provocar una suerte de “opa hostil” al Partido Popular. En consecuencia, Sánchez ha pedido a Pablo Casado que no se deje arrastrar ponga freno de una vez a la ultraderecha votando ‘no’.

Sánchez ha afeado a Abascal que el discurso no ha buscado sino “sembrar el odio”: "Hemos asistido a un despliegue de propaganda dirigido a sembrar la discordia y el odio entre los españoles”.

El presidente del Gobierno ha bromeado con que el líder ultra tan solo ha hecho una propuesta en toda su intervención, que es la de "cómo tienen que ir vestidos sus señorías”, haciendo referencia al reproche de Abascal hacia Pablo Iglesias por no llevar corbata. ”Luego dirá que Vox no es fascismo, que es estilismo. Pero es lo único que se ha escuchado esta mañana", ha señalado.

Sánchez ha admitido que “la foto de Colón” ha sido “su gran éxito político”, pero ha recordado que “algunos de los que estaban allí ya no están, y me temo que el número va a seguir bajando”. "Lo quiere la derecha tradicional es pensar que usted será fácilmente domesticado. La amplia mayoría de los españoles nunca caminarán bajo sus banderas desquiciadas”, ha precisado.

En ese momento, Sánchez se ha dirigido directamente a Casado: “Le pido que no regale un éxito a la ultraderecha. Que interrumpa esta deriva que comenzó cuando filtraron sus ideas en el PP. Llegó la hora de que usted lo escuche. El señor Abascal nunca va a tener suficiente. Siempre le fijarán una prueba más alta. Siempre les van a pedir más. Y cada vez que cedan, más les van a pedir y a despreciar. Les van a llamar derechita cobarde”.