Por si no fueran suficientes seis horas de porfía parlamentaria, el Gobierno afrontaba, tras la comparecencia del presidente, una sesión de control que no ha abandonado el tono bronco del debate previo. Al menos por parte del Partido Popular. Su líder, Alberto Núñez Feijóo, abría fuego con un resumen de la jornada de este miércoles, acusando a Sánchez de rehuir de las explicaciones que se le exigían sobre la actividad profesional de Begoña Gómez, por lo que ha advertido de nuevo al jefe del Ejecutivo con citarlo ante la comisión de investigación del caso mascarillas en el Senado. La conclusión de la jornada para Sánchez, es sin embargo, que queda patente que su partido está “con la paz y la Justicia social”, mientras que los conservadores están atados a los designios de José María Aznar y Santiago Abascal.

El líder de la oposición comenzaba su turno de preguntas con críticas al jefe del Ejecutivo por ausencia de explicaciones durante las más de seis horas de debate. “No ha respondido a las preguntas, concretamente formuladas, que le he hecho. Va a tener que contestarlas en el Senado”, insistía Feijóo. Durante la mañana, el conservador aireó la amenaza de la Cámara Alta en sus turnos de réplica y contrarréplica; lo cual no le ha impedido profundizar en la advertencia mientras acusaba a Sánchez de “inventarse una conspiración para colar la censura”. “Cuidado, señores periodistas. Cuidado, señores jueces. Cuidado, señores de la oposición”, ironizaba el jefe de filas del PP.

En este sentido, recriminó a Sánchez no ha aportado “nada concreto” sobre el futuro de los pactos en la Generalitat, aunque da por entendido que lo anunciará tras las elecciones europeas. “Lo suyo no es ni progresismo ni convivencia ni sociovergencia”, percutió el líder de la oposición, quien se apuntaba el tanto de haber neutralizado al independentismo el pasado 12 de mayo. “Los votantes de la derecha extrema les han ayudado, ¿no?”, prosiguió.

Por otro lado, abunda en la responsabilidad del Gobierno en la crisis diplomática con Argentina. “Es usted víctima de su soberbia. Los que le criticamos somos violentos, los que exigen que cumpla su palabra somos reaccionarios… ¿Por qué nos toma tanto el pelo?”, barruntaba el jefe de la oposición, mientras llamaba a las urnas desde su escaño para “hablar” el próximo día 9 de junio.

Con Aznar y Abascal

La conclusión que extrae Sánchez de esta jornada, en cambio, es la constatación de que el Partido Popular de Feijóo está sujeto de pies y manos por  José María Aznar, en materia de política exterior y por Santiago Abascal en el interior. “Ha quedado claro donde estamos cada uno. El Gobierno está con la paz, con la convivencia y la justicia social”, ha ponderado el presidente, mientras sacaba a colación la clásica advertencia de la derecha: “Llevan seis años diciendo que España se rompe y se hunde”.

Lejos de esos augurios, Sánchez ha expuesto las cifras que tumban por tierra las profecías de la derecha. “Tenemos un crecimiento superior al de las grandes economías europeas. Una institución española ha subido las previsiones de crecimiento económico por encima de las nuestras. La creación de empleo es la que es. Tenemos la inflación que tenemos y una consolidación de las cuentas públicas”, ha abundado.

Por tanto, Sánchez puntualiza que España no sólo “no se hunde”, sino que está “creciendo”; lo cual supone un “éxito de país, de los empresarios, de los sindicatos, de los trabajadores” y, por supuesto, de “este Gobierno”. Así, resalta que el resultado del 12M es “bastante claro”, pese a sus juegos de palabras. De hecho, ha precisado que el PP “jugaba a que hubiese mayoría independentista”. No obstante, para desgracia conservadora, Sánchez visualiza una Generalitat con Salvador Illa en su cúspide. “España es más próspera y está más unida que cuando ustedes gobernaban”, concluyó.

Síguenos en Whatsapp y recibe las noticias destacadas y las historias más interesantes