El diputado y portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Gabriel Rufián, ha admitido que el giro de Pedro Sánchez plegándose al plan de Marruecos para el Sáhara Occidental ha provocado fracturas muy profundas en el bloque de la investidura, hasta el punto, que desliza que Unidas Podemos debería plantearse su salida del Gobierno.

En una rueda de prensa en el Congreso de los Diputados, ha confesado que “no es el momento más crítico de la coalición”, pero casi. La tensión de la formación independentista y los socialistas alcanzó su punto de ebullición por los “modos” durante las conversaciones en el marco de la reforma laboral. “Vivimos un momento negro. Muy duro”, ha insistido; aunque ha precisado “tampoco nos sorprende” porque “el PSOE hace de PSOE: no hace, se le obliga”.

A juicio de Rufián, el presidente del Gobierno “ha canjeado” unos principios a cambio de algunas prebendas que habrán de explicarse: “Es un intercambio de principios a cambio de una posición pragmática y geopolítica. La reflexión que se tiene que hacer ahora, con todo el respeto para Unidas Podemos, es preguntarse cómo pueden llegar a ser más útiles, si fuera o dentro del Gobierno”.

En este sentido, ha valorado que los mayores progresos de los últimos años en España se han logrado gracias a la presión y los votos de partidos minoritarios como ERC, EH Bildu, Compromís, Más País… En esta terna, también incluye a Unidas Podemos, pero matiza que “hay una sensación de que quizá se están tragando demasiados sapos”. “O la izquierda se pone las pilas e intenta pensar y crear iniciativas para mejorar la vida de la gente o todo esto se lo queda Vox. No se puede abandonar a un pueblo en medio del desierto”, ha lamentado.

¿Qué gana el PSOE?

Rufián ha afirmado que le resulta complicado de entender “que no se haya hablado con Argelia antes” porque “el gas es de Argelia, aunque pasa por Marruecos”. Sobre lo que ha podido ganar Moncloa con este canje, ha destacado el mayor despliegue policial en las vallas de Ceuta y Melilla gracias a la “colaboración de Marruecos”; “el beneplácito de Estados Unidos” y “una posición predominante cuando Marruecos pueda generar la energía renovable, solar e hidrocarburos verdes”-

Aún así, “me resulta difícil de entender este movimiento” porque supone “una nueva traición al pueblo saharaui. A su entender, la decisión forma parte “de esos equilibrios que hace el PSOE y se han demostrado inútiles”.

Con respecto a si el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, debería dimitir, ha ironizado con que “no soy nadie para pedir la dimisión de este señor, que viene de vez en cuando al Congreso y me parece más de derechas que el grifo de agua fría”.