Muchas han sido las críticas cosechadas por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con motivo de su giro sobre el Sáhara Occidental tras plegarse al plan de Marruecos. Tanto la izquierda como la derecha le han atizado, y José María Aznar no iba a ser una excepción. El exlíder del Ejecutivo y del PP considera que es “un error que vamos a pagar muy caro”, además de una “temeridad”. "Sin consenso, sin debate se ha modificado una posición histórica en relación con un país amigo como es Marruecos, pero que afecta a responsabilidades históricas de España", ha lamentado en una entrevista en Las Mañanas de RNE

A su juicio, con este cambio, "España demuestra su vulnerabilidad y su debilidad". "Habiendo demostrado y entregado una parte de nuestras responsabilidades a cambio de nada, acabamos de mandar un mensaje de: oiga, ustedes decidirán cuándo quieren aprovechar la próxima ocasión. Ese es un mensaje de debilidad y vulnerabilidad muy claro", ha afeado.

En consecuencia, ha descartado que el Partido Popular se pudiera a abrir a algún tipo de acuerdo con Moncloa en materia de política internacional, pues “si uno busca acuerdos no se puede comportar de esta forma. “Así demuestra que no se buscan acuerdos, sino adhesiones”, ha insistido.

La dureza de FAES

El pasado sábado, nada más trascender la posición adoptada por Sánchez, la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) se refirió en términos similares a la decisión. En un comunicado, calificaron de "derrota política y diplomática de grandes proporciones" asumir por parte del Gobierno español el plan de autonomía para el Sáhara Occidental planteado por Marruecos para mejorar las relaciones con el país africano.

El Ejecutivo anunció este viernes el inicio de un "nueva etapa" en la relación con Marruecos basada en el respeto mutuo y con la vista puesta en garantizar tanto la estabilidad como la integridad territorial de ambos países.

Así lo manifestó Moncloa en un comunicado después de que el Palacio Real alauí haya informado de que Sánchez envió una carta al rey Mohamed VI en la que manifiestó que el plan de autonomía para el Sáhara Occidental planteado por Marruecos constituye "la base más seria y realista" para lograr una solución a este conflicto.

La fundación que dirige José María Aznar, no obstante, considera que aceptar el plan propuesto por Marruecos no garantiza el futuro de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Así, FAES se pregunta si el Sáhara se reconoce por España como parte integrante de Marruecos: "¿Por qué nuestro vecino habría de renunciar a sus pretensiones sobre las dos ciudades autónomas que, según Rabat, forman parte de la integridad territorial marroquí en igual medida, al menos, que el Sáhara?".

Por otro lado, la organización cree que atribuir a esta decisión del Gobierno español el efecto de cerrar la crisis que "abrió hace diez meses con la entrada masiva de ciudadanos marroquíes en Melilla", es rehabilitar "la estrategia de presión ilegítima ejercida por Rabat".

"Presentar este vuelco diplomático como una concesión necesaria para que Marruecos tapone la presión migratoria sobre nuestro país, revela una vulnerabilidad en el Gobierno que España no merece", ha añadido.

Por último, ha criticado que la izquierda tiene acreditada su destreza para justificar cualquier "chapuza política y cualquier renuncia moral a lo que ella misma proclama como sus principios".