El máximo mandatario popular nacional y el extremeño estuvieron ayer reunidos durante más de dos horas en el Congreso. Había que cerrar el acuerdo con Izquierda Unida, dar a los 3 diputados de esta coalición presentes en el Parlamento autonómico alguna razón para evitarles el sonrojo de apoyar al partido de la derecha para que se haga con el gobierno de su región. Y Rajoy dijo que sí a todo.

Para empezar, nada de suprimir el impuesto de sucesiones
Cualquiera con un mínimo de memoria recordará que durante toda la pasada campaña Mariano Rajoy, y los demás dirigentes populares, estuvieron asegurando que una de las primeras medidas que iban a tomar era promulgar una bajada de impuestos. Muy en concreto, por ejemplo, el impuesto de sucesiones. Entre los que aseguraban que iba a suprimir ese impuesto, y reducir otros, desde luego, el candidato a presidente extremeño, señor Monago.

Pero las matemáticas electorales en Extremadura han sido caprichosas, y el poder allí depende de Izquierda Unida. Resultado, el Partido Popular, con el señor Monago al frente, se ha entregado con armas y bagajes a la bondad de mantener los impuestos, porque lo primero es asegurar los servicios de bienestar que proporcionan el Estado y las Comunidades Autónomas. Es más, en el PP quieren hacer este impuesto ¡progresivo!, es decir, que se pague más según el tamaño de la herencia y la renta de quienes la reciban. Simplemente lo contrario de lo que defienden en el resto de España.

En Extremadura el PP presume de ir a gobernar “con mano izquierda”
Porque el ingenio cuando se dispara es inagotable, José Antonio Monago no se cortó y en TVE, por la mañana, ya apretó el gatillo con buen humor: “voy a gobernar con mano izquierda”, dijo. Broma que según cuenta en El Mundo la periodista especializada en seguir al PP, Carmen Remírez de Ganuza, repitió ante Rajoy que “la recibió con una carcajada”.

Mucha risa les dará también a los extremeños de derechas saber que su líder va a proponer al Estado que reinstaure algún impuesto ya abolido por el gobierno del PSOE, por ejemplo, el de patrimonio, porque como decía ayer el señor Monago a los periodistas en los pasillos del Congreso, “la función de la riqueza es redistribuirla”. Tanta risa les va a producir esto como que vaya presumiendo de no conocer a ninguno de los ricos extremeños, o que lejos de apoyarse en el partido, piense dar buena parte del poder a “independientes”, quizás alguno próximo a Izquierda Unida. Claro que el desternille les habrá dado a los extremeños de derechas saber que Rajoy dijo a todo “amén” con una única condición, que Morago “aplique todo con sentido común”. Definitivamente, la derecha extremeña debe pensar que en el PP han descubierto a Marx (los hermanos).

Monago no hace sino completar el círculo “cuadrado” que dibujó IU
El esfuerzo de travestismo del PP extremeño aún tiene, sin embargo, para alcanzar el poder que pasar la prueba del algodón de la votación en el Parlamento autonómico. Pero poco deben temer, porque Monago, que ayer ante los periodistas de la capital y ante sus compañeros de partido se daba ya por seguro presidente extremeño –“los diputados de Izquierda Unida son hombres de palabra”, iba diciendo-, no está haciendo sino acabar de dibujar el círculo cuadrado que comenzaron a trazar en Izquierda Unida.

Porque si en campaña el PP aseguraba que iba a rebajar los impuestos y ahora sube unos y quiere reinstaurar otros (aún sea solo en Extremadura, y por pillar el poder), en Izquierda Unida los “hombres de palabra” pasaron toda la campaña diciendo que la coalición liderada por los comunistas jamás facilitaría el acceso al poder del PP. En concreto, la diferencia en votos entre 2007 y 2011 a favor de IU en Extremadura es de algo más de 7.000 nuevos votantes. Una diferencia que ha significado pasar de ser extraparlamentarios a contar ahora con esos 3 diputados. Los dirigentes de Izquierda Unida, por lo visto, piensan que esos 7.000 votantes les apoyaron para hacer lo contrario de lo que dijeron en campaña; es decir, para favorecer el acceso al poder de la derecha regional. Y es que, quizás, en Extremadura, no sólo en el PP han redescubierto a los Marx (los hermanos), porque al otro, al parecer, lo que ha pasado es que se le ha olvidado.

Francisco Medina es director adjunto de ELPLURAL.COM