También elude, siempre que puede, el Congreso de los Diputados. ¡Ni luz ni taquígrafos!, parece que es su lema presidencial. Rajoy prefiere -por lo visto desde que llegó a la Presidencia del Gobierno y antes también- proyectar su imagen ante la opinión pública como si fuera el Príncipe de las Tinieblas.
En el universo neocon norteamericano, que tanto gusta a José María Aznar, había un Príncipe de las Tinieblas, llamado Richard Perle, consejero entonces del Departamento de Defensa de EEUU. En marzo de 2005 disertó en Madrid, en San Pablo CEU, invitado por Aznar. Criticó la retirada del ejército español en Irak. Cargó contra Zapatero, naturalmente.
Ahora, nuestro Príncipe de las Tinieblas, experto en predicar una cosa y hacer la contraria, se entiende cada vez mejor con Merkel. Le encanta subrayar que “Merkel apoya nuestra política”. Y, en cambio, ningunea a Hollande porque “no conoce la banca española” y quiere rescatarla. Protegido el Príncipe por la cancillera germana, se autodefine como adalid de la austeridad. “Vamos a seguir haciendo un esfuerzo para que en nuestro país las administraciones públicas no gasten más de lo que ingresan”, explicó Rajoy.
Su capacidad de manejarse entre las tinieblas para engañar a los ciudadanos es portentosa. ¿Cómo puede alardear Rajoy de que controla el déficit público y que lo seguirá haciendo, cuando las Comunidades de Madrid, Valencia y Castilla y León cerraron el 2011 con más déficit del que comunicaron oficialmente? Desviaron a la baja sus déficits. Actuaron como el Gobierno griego conservador cuando, iniciada la crisis, presentó a la UE déficits manipulados a la baja.
¿Cómo puede el Príncipe de las Tinieblas olvidarse de que toda España sabía que el Ayuntamiento de Madrid estaba técnicamente en la barrota? ¿Como premio por los servicios prestados, nombró al alcalde Gallardón ministro de Justicia? ¿Y de rebote, aterrizó como alcaldesa Ana Botella?
¿Qué increíble austeridad es la del líder de la derecha, cuando la Policía ha tenido que entregar estos días al juez José Ceres facturas de la financiación ilegal del PP? ¿Qué austeridad es la de Rajoy que siempre ha mirado hacia otro lado respecto a la red Gürtel?
¿Qué austeridad es la que está por medio de la mencionada financiación y además está implicada en una empresa denominada Sedesa, vinculada a la familia del meapilas Juan Cotino, ex jefe de la policía nacional con Aznar en la Moncloa y que ha sido persona de la máxima confianza del caído Francisco Camps? Rajoy o el austero Príncipe de las Tinieblas.
En el universo neocon norteamericano, que tanto gusta a José María Aznar, había un Príncipe de las Tinieblas, llamado Richard Perle, consejero entonces del Departamento de Defensa de EEUU. En marzo de 2005 disertó en Madrid, en San Pablo CEU, invitado por Aznar. Criticó la retirada del ejército español en Irak. Cargó contra Zapatero, naturalmente.
Ahora, nuestro Príncipe de las Tinieblas, experto en predicar una cosa y hacer la contraria, se entiende cada vez mejor con Merkel. Le encanta subrayar que “Merkel apoya nuestra política”. Y, en cambio, ningunea a Hollande porque “no conoce la banca española” y quiere rescatarla. Protegido el Príncipe por la cancillera germana, se autodefine como adalid de la austeridad. “Vamos a seguir haciendo un esfuerzo para que en nuestro país las administraciones públicas no gasten más de lo que ingresan”, explicó Rajoy.
Su capacidad de manejarse entre las tinieblas para engañar a los ciudadanos es portentosa. ¿Cómo puede alardear Rajoy de que controla el déficit público y que lo seguirá haciendo, cuando las Comunidades de Madrid, Valencia y Castilla y León cerraron el 2011 con más déficit del que comunicaron oficialmente? Desviaron a la baja sus déficits. Actuaron como el Gobierno griego conservador cuando, iniciada la crisis, presentó a la UE déficits manipulados a la baja.
¿Cómo puede el Príncipe de las Tinieblas olvidarse de que toda España sabía que el Ayuntamiento de Madrid estaba técnicamente en la barrota? ¿Como premio por los servicios prestados, nombró al alcalde Gallardón ministro de Justicia? ¿Y de rebote, aterrizó como alcaldesa Ana Botella?
¿Qué increíble austeridad es la del líder de la derecha, cuando la Policía ha tenido que entregar estos días al juez José Ceres facturas de la financiación ilegal del PP? ¿Qué austeridad es la de Rajoy que siempre ha mirado hacia otro lado respecto a la red Gürtel?
¿Qué austeridad es la que está por medio de la mencionada financiación y además está implicada en una empresa denominada Sedesa, vinculada a la familia del meapilas Juan Cotino, ex jefe de la policía nacional con Aznar en la Moncloa y que ha sido persona de la máxima confianza del caído Francisco Camps? Rajoy o el austero Príncipe de las Tinieblas.
