Ha sido una de las propuestas que más revolución han causado en el acuerdo de coalición entre el PSOE y Sumar. El partido liderado por Pedro Sánchez ha comprado a su socio la propuesta que desplegaron en campaña electoral: suprimir vuelos en las rutas en las que exista una alternativa en tren de menos de dos horas y media de duración. Una cuestión que podría poner en riesgo la conexión aérea de ciudades como Valencia, Sevilla o Málaga con Madrid y que, sin embargo, son papel mojado.

Anuncio de Yolanda Díaz aparte, en el acto público en el que se ha escenificado la firma de los dos líderes, el documento dice que quedarán excluidos de esta medida aquellos destinos que tengan un "aeropuerto-hub que enlacen con rutas internacionales". Es decir: Madrid y Barcelona. Aena confirma también que se puede considerar hub a los aeropuertos de Málaga o Alicante.

Excluidos Madrid y Barcelona, lo cierto es que no existe ningún vuelo comercial operado en España que tenga una alternativa en tren de menos de dos horas y media tal y como se puede comprobar con los datos de Aena y Renfe. Lo más cercano que existe es el AVE que conecta Madrid con Sevilla y Málaga. El trayecto de la primera dura dos horas y treinta y tres minutos, la segunda dos horas y treinta y seis, aunque siempre que no existan retrasos ya que en la actualidad las obras que hay en las vías en la zona de Jaén y Albacete retrasan el viaje hasta las tres horas y cinco minutos. Siendo estrictos, ambas se librarían por tres y seis minutos respectivamente y Málaga quedaría fuera de la ecuación por ser un hub. La única ciudad afectada dentro del tiempo es Valencia, cuyo trayecto en AVE no llega a las dos horas. Sin embargo, a tenor de lo recogido en el acuerdo de coalición, al estar conectadas con un aeropuerto-hub como es el caso del aeropuerto de Barajas, quedarían exentas de aplicar la medida.

Por su parte, tanto el Ministerio de Transportes como Aena no dan más detalles del acuerdo entre PSOE y Sumar y enfría su aplicación.

De hecho, señalan que, cuando se consiga la investidura y se inicie a tramitación de la medida, iniciarán un estudio técnico que, en base al texto del acuerdo, sintetice el impacto de la medida desde una perspectiva amplia en términos como la conectividad, o el impacto ambiental.

Por lo pronto, el gran perjudicado ha sido AENA. Con una titularidad al 51% pública, su cotización ha caído a media jornada un 4%. Un desplome que supone, trasladando el porcentaje a números, una pérdida de su capitalización bursátil de unos 893 millones de euros. Finalmente, la cotización se ha estabilizado hasta ceder solo un 2,6% en la jornada y perder 615 millones de euros de su valor este martes.

Una medida copiada a Macron y que incluía tasas a los 'jets' privados

La medida salía en boca del portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, en plena campaña electoral. Sumar proponía entonces eliminar (ahora es reducir) los vuelos nacionales que tengan como alternativa un viaje en tren de menos de tres horas (ahora son dos horas y media). La candidatura de Yolanda Díaz hacía propia así la medida que la Francia de Macron aprobó hace escasos seis meses para luchar contra el cambio climático. Una medida que, planteada en su origen con las tres horas, afectaría de lleno, entre otras, al puente aéreo entre Madrid-Barcelona, que solo en 2019 movió a 2,5 millones de personas con 200.000 usuarios diarios y siendo el doble de contaminante que el AVE.

Sumar también quería limitar los 'jets' privados e impulsar el despliegue de los trenes nocturnos como opción de transporte alternativo para ahorrar emisiones de cambio climático. Al final, de esas medidas no se ha aprobado nada.

Si acudimos al programa electoral de Sumar se puede ver también que los de Yolanda Díaz proponían para el 23J un "gravamen a los bienes y servicios de lujo que generan un gran volumen de emisiones y nulo rendimiento social, como vehículos de lujo, aviones privados, grandes yates y vuelos frecuentes peninsulares o en clase business". La "tasa creciente sobre los viajes frecuentes en avión" entraría en vigor "a partir del segundo vuelo anual", indicaban sin que se haya recogido esto.

"Eliminaremos los privilegios fiscales del avión e implementaremos una tasa al combustible de la aviación para evitar el 'dumping' económico de este medio en relación a los terrestres. Igualmente, restringiremos las ampliaciones innecesarias e insostenibles de los aeropuertos", recogía también el programa electoral con el que Yolanda Díaz acudía a las elecciones y cuyas ideas no han sido plasmadas en el acuerdo de coalición.

La medida ya existe en Francia. Después de dos años, en las que los obstáculos legales hicieron edulcorar la norma, el país galo se convertía en el primer país de la Unión Europea en restringir este tipo de vuelos domésticos.

Fue el 23 de mayo, y la noticia pasó desapercibida en España por la actualidad mediática de las elecciones del 28 de mayo. Era uno de los aspectos más polémicos de la Ley del Clima que se aprobó en Francia en 2021 y es incluso más restrictiva que lo que proponía hace tres meses Sumar y se ajusta más a lo que ahora quieren llevar a cabo junto al PSOE.

Y es que en Francia han sido prohibidos los vuelos que ronden las dos horas y media o menos. En un principio la norma establecía las 4 horas de duración, pero tras intensas negociaciones se acabó relajando.

Los vuelos cortos son responsables de buena parte de las emisiones de CO2 y otros gases de efectos invernadero de la industria aeronáutica. Por ello, su limitación era una cuestión de Estado para el país galo y varios países europeos ya toman medidas, sin ser tan extremas como la francesa. Por ejemplo, Italia grava los trayectos cortos y Holanda estudia también limitar el número de vuelos desde sus principales aeropuertos. En España, donde se han debatido ya propuestas muy similares a la ley francesa en el Congreso, nunca ha planteado un proyecto de ley. Sin embargo, desde el Gobierno se observaba desde hace meses la aplicación en Francia para aplicarla. Aunque ningún vuelo doméstico se vea afectado.