El primer ministro japonés, Fumio Kishida, ha reanudado este sábado los actos de campaña electoral tras el incidente de esta madrugada con el lanzamiento de una presunta bomba de humo que desató una situación de emergencia durante un evento en el centro-oeste del país.

Un hombre de 24 años se encuentra arrestado bajo sospecha de que arrojó un objeto parecido a una bomba de humo durante los prolegómenos de un mitin de Kishida en la prefectura de Wakayama, que causó heridas leves a un policía, según la agencia oficial de noticias japonesa Kyodo.

Kishida fue evacuado ileso del sitio y luego reanudó su programa de discursos del día tras un suceso a la sombra del asesinato el año pasado, antes de las elecciones legislativas a la cámara alta del país, del ex primer ministro Shinzo Abe.

El país, cabe recordar, celebrará el próximo fin de semana cinco elecciones parciales, incluso en el distrito electoral que quedó vacante por la muerte de Abe, tal como recuerda la agencia Bloomberg. "Ahora estamos celebrando elecciones, que son lo más importante para nuestro país", ha declarado Kishida en un discurso transmitido por NHK tras el incidente, "y con la ayuda de la gente quiero seguir adelante con estos importantes comicios hasta el final".

El secretario en jefe del gabinete, Hirokazu Matsuno, ha explicado que la Policía estaba investigando el motivo y los antecedentes del presunto perpetrador, antes de recalcar que el Gobierno japonés garantizará sin ningún género de dudas la seguridad de los asistentes a la cumbre del G7 que comenzará el próximo 19 de mayo.

Políticos del gobierno y de la oposición condenaron el incidente. Hiroshi Moriyama, del gobernante Partido Liberal Democrático de Japón, ha denunciado lo ocurrido ante la cadena pública japonesa NHK como "un acto de violencia imperdonable" que atenta contra "la misma base de la democracia".