Tiempo ha que la coherencia no es precisamente un valor al alza en política, y el último movimiento del Partido Popular lo ha vuelto a poner de manifiesto. Los de Pablo Casado han fichado a Toni Cantó para la candidatura de Isabel Díaz Ayuso de cara a las elecciones del 4 de mayo en la Comunidad de Madrid.

El paso se esperaba más pronto que tarde, dado que Cantó es dado a arrimarse al árbol que más sombra proyecta, no en vano ha estado ya en cuatro partidos políticos. La cuestión es que, por su parte, al PP le toca tragarse sus propias palabras.

Y es que, lo que hoy se dan la enhorabuena por el fichaje, pero no hace mucho denunciaban y censuraban el transfugismo que representaba el actor.

Por ejemplo, en abril del 2018 el entonces portavoz parlamentario del PP, Rafael Hernando, tuiteó lo siguiente: “¿Pedirá Rivera al tránsfuga Toni Cantó que renuncie a su candidatura y que dimita? No son pedagogos, son demagogos”.

Unas palabras que contrastan notablemente con el mensaje publicado este miércoles en redes sociales: “El de Toni Cantó es un gran fichaje para la candidatura de Ayuso para frenar al socialcomunismo en Madrid. Enhorabuena a los dos”.