En medio de las negociaciones para la investidura, el Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo delega en un informe jurídico la decisión de permitir que Junts per Catalunya y el PNV puedan tener grupo parlamentario propio en el Senado tras el cese de senadores por parte del PSOE, tal y como ha sucedido en el Congreso de los Diputados. La Mesa de la Cámara Alta, que lideran con mayoría los populares, ha decidido conformar únicamente aquellos grupos que no están bajo esta coyuntura a la espera de conocer la decisión de los letrados, según ha informado este martes en rueda de prensa su portavoz y vicepresidente primero, Javier Maroto, quien -con todo- ha reconocido que "hay jurisprudencia" y que no es la primera vez que esto sucede. De hecho, el propio PP cedió representantes a Ciudadanos la pasada legislatura.

El PP delega en un informe el futuro de Junts y PNV

"El grupo socialista ha prestado senadores a al menos otras tres formaciones. En algunos casos hay más prestados que propios, lo que ha llevado al presidente del Senado y a la Mesa a solicitar un informe a los servicios de la cámara para estudiar esta situación", ha sostenido Maroto durante su comparecencia pasadas la 13:00 de la tarde desde el Senado para dar cuenta de las decisiones que ha tomado la Mesa en la reunión de esta semana, en la que estaba previsto que se atajara la conformación de los grupos parlamentarios una vez ha echado a andar la nueva legislatura. Así, en este encuentro los dirigentes del órgano de dirección de la Cámara Alta han optado por solo constituir aquellos que, a su juicio, no se encuentran en entredicho por esta coyuntura.

De esta forma, los máximos dirigentes han conformado el Grupo Parlamentario Popular, el Grupo Socialista y el de Izquierdas por la Independencia, la coalición de Esquerra Republicana de Cataluña y EH Bildu, a la espera de la resolución de dicho estudio. Y es que el PP ha condicionado su actuación a la existencia y determinación de este informe, asegurando que no será hasta que se conozca la posición de los letrados sobre un hecho que ha considerado que no tiene "precedentes" cuando la Mesa vuelva a reunirse para ejecutar una decisión en función de lo que estos consideren. Sin embargo, cabe destacar que ya en el año 2016 se encargó un análisis similar cuyo dictamen apuntó a una normalidad democrática absoluta en esta costumbre, por lo que no se espera que vaya a cambiar en esta ocasión.

El Partido Popular es consciente de ello. De hecho, Maroto ha reconocido que "hay jurisprudencia" en estos casos al tiempo que ha recordado lo sucedido esta misma semana en el Congreso de los Diputados, donde ERC y Junts han logrado tener grupo propio pese a no cumplir los requisitos gracias a la cesión de representantes del PSOE y Sumar. Cabe destacar que los populares que conforman la Mesa del Congreso votaron en contra de que las dos formaciones catalanas tengan grupo propio en la Cámara Baja alegando un "fraude de ley" tanto en las normas como en la voluntad de los españoles expresada en las unas. Se olvidan de que el propio PP hizo lo propio en la pasada legislatura dejando un senador a Ciudadanos y lo ha hecho más veces en otras legislaturas.

Feijóo complica su investidura

Para explicar su actual posición, al menos en lo que se refiere a esta otra cámara, Maroto ha esgrimido "dudas serias" respecto al reglamento al tiempo que ha defendido que en el Senado nunca se ha presentado una circunstancia en la que algunas agrupaciones se pretendan asociar con más parlamentarios ajenos que internos. "Es normal que se presten senadores. La legislatura pasada mi grupo prestó uno a Ciudadanos. No ponemos en duda esta práctica, sino si uno con cuatro senadores puede elaborar un grupo con seis de otro grupo", ha manifestado. Concretamente, mientras en la Cámara Alta el único requisito para la formación de grupos es que haya diez senadores, en el Congreso se necesitan mínimo 15 diputados así como otros dos "requisitos adicionales". "Son cuestiones distintas", ha enfatizado.

Con esta posición, que actualmente solo parece dirigida a retrasar la configuración de la estructura parlamentaria para el partido nacionalista vasco y catalán, el PP está complicando la investidura de Feijóo. Y es que se encuentra inmerso en los primeros pasos de una larga batalla para lograr los cinco escaños que necesita para salir investido presidente del Gobierno del debate del próximo 26 y 27 de septiembre. Génova no ha cerrado la puerta a conquistar a los de Aitor Esteban pese a los continuos portazos de los peneuvistas. También ha abierto la puerta a sentarse a "hablar" con los de Carles Puigdemont para tender puentes que puedan propiciar al menos la abtención de los independentistas en una votación por mayoría simple. Pero este movimiento podría ampliar un poco más las distancias con ambas fuerzas.

En cuanto a los números que se manejan para los grupos en el Senado, el PNV cuenta tras las elecciones del 23 de julio con cinco miembros, por lo que el PSOE se ha mostrado a favor de cederles otros cinco senadores para que pueda conformar su propia agrupación. Mientras, Junts tiene tres senadores más otro de Coalición Canaria, con el que ha decidido unir fuerzas para poder aspirar a esta asociación de forma conjunta. Así, a estos cuatro representantes los socialistas han añadido al menos seis miembros para que los dos puedan estar bajo el paraguas de Grupo Nacionalista, como ya ha sucedido en la pasada legislatura. Asimismo, los de Sánchez tendrían que ceder escaños para reeditar el Grupo Izquierda Confederal, donde se encuentran tres partidos integrantes de Sumar y Asociación Socialista Gomera (ASG).