Los problemas en sus empresas no han pasado factura a Arturo Fernández para recibir el aval de los suyos y seguir al frente de la patronal madrileña, la CEIM, hasta 2018. Su grupo de restauración, Cantoblanco, debía según la Agencia Tributaria, más de tres millones a pesar de sus suculentos contratos con la Administración pública. Está también imputado como exconsejero de Bankia en el proceso que investiga si los directivos del banco maquillaron su situación de quiebra antes de que saliera a bolsa. Y ya al frente de CEIM, se ha visto salpicado por el escándalo de uno de los miembros de su directiva, Alfonso Tezanos, detenido por el presuto fraude de 15 millones de euros en cursos de formación para parados por los que se recibían subvenciones públicas pero sin dar los cursos.

Fernández consigue un apoyo del 62,5%
Con ese currículum llegaba Fernández, que lleva siete años al frente de la patronal madrileña, a disputar la presidencia de la institución con el presidente de la Confederación de Comercio de Madrid (COCEM), Hilario Alfaro, algo que no había ocurrido en los 36 años de historia de la CEIM. La lista que encabezaba Fernández a la Junta Directiva ha obtenido el 62,5 por ciento de los votos frente al 35 por ciento que ha aglutinado la liderada por Alfaro, que no formará parte de la misma. Los 200 miembros que forman ya la nueva Junta se han reunido a puerta cerrada y, tras constatar que entre los presentes no había una candidatura alternativa, han proclamado "por unanimidad" a Arturo Fernández presidente de la patronal.

El rival desaparecerá del mapa
Alfaro, que en la campaña no ha querido hacer sangre con los problemas judiciales de su rival, le ha hecho un nuevo regalo tras las eleciones cuando además de felicitarle por su victoria ha anunciado que no se presentará a la reelección al frente de COCEM. "No haré oposición a Arturo", ha dicho.

Por su parte el presidente de la CEOE, Juan Rosell, quien ya apoyó a Fernández durante la campaña, ha participado en la clausura de la Asamblea General de CEIM para felicitar a su compañero tras su reelección y asegurar que a pesar de sus diferentes personalidades se complementan muy bien. "Arturo es una persona excepcional", ha sentenciado Rosell.