Con la campaña electoral al borde de arrancar los partidos ultiman la financiación necesaria para estas semanas antes del 23J. Cada uno usa sus técnicas. Por ejemplo, el PP de Ayuso pasó un 'diezmo' a sus candidatos para tener mejores puestos en la lista. Otros, sin embargo, apuestan por microcréditos que devuelven a los meses con un alto interés.

Yolanda Díaz lleva semanas buscando financiación. Y con éxito. En apenas 48 horas recaudó más de un millón de euros y ahora, al más puro estilo Lola Flores cuando pedía una peseta a cada español, la vicepresidenta ha pedido un solo euro a sus bases. "Un euro para ayudarnos a montar una campaña ganadora para las próximas elecciones del 23J. Un euro para ayudarnos a combatir la desinformación de cara al 23J. Un euro porque justo en 17 días, los votantes de todo el país decidirán el futuro de España para generaciones venideras, y no podemos permitirnos quedarnos cortos", indican.

"Aunque creas que un euro no va a marcar la diferencia, euro a euro, ponemos en marcha un movimiento de gente por todo el país que se une y lucha por el futuro que nos merecemos. Cuando estés leyendo este párrafo, otra persona ya habrá contribuido. Esa persona y otras muchas cuentan contigo para que su donación tenga sentido: porque sumamos cuando mucha gente contribuye con lo que puede", explica el correo que la formación ha enviado a los suyos esta misma mañana.

Lo cierto es que Sumar es uno de los partidos que ha ofrecido condiciones ventajosas por financiar la campaña. "En Sumar hemos decidido no pedir dinero a los bancos para no depender de los poderes financieros y, en su lugar, depender exclusivamente de nuestros simpatizantes", indican. Por ello, invitan a sus inscritos a unirse a su campaña de microcréditos.

"Los microcréditos son préstamos de entre 200 y 10.000 euros que te serán devueltos una vez recibamos la subvención electoral, tras las elecciones. Además, para asegurar que el dinero que nos dejas no pierde valor, te daremos un interés del 3,25% anual, equivalente al tipo de interés legal del dinero para 2023", explican en la campaña informativa. "Utilizaremos cada euro que nos dejes para financiar gastos electorales imprescindibles como actos de campaña, envíos de papeletas y publicidad electoral para que todo el mundo se entere de que tenemos la mejor candidata y el mejor proyecto", añaden para "hacer presidenta a Yolanda Díaz".

Clave la tercera posición

Pese a todo, el 23J se decide en el tercer puesto. Cada voto cuenta y cada circunscripción va a ser clave para conseguir algún diputado. De hecho, cada una de las 52 provincias que configuran el país van a ser igual de importantes en su mayoría por el voto de la tercera fuerza. Apenas unos puntos, apenas unas décimas, pueden decidir quién consigue sumar para formar gobierno. 

Lo cierto es que la mayoría de las encuestas dan una victoria al PP. A pesar de que esta última semana ha bajado en intención de voto y la derecha se ha dejado unos siete escaños, de cerca le sigue el PSOE con unos 100 escaños, que alcanzaría la segunda plaza. A continuación están Sumar y Vox. Dos partidos completamente antagónicos, CIS aparte, se encuentan casi en empate técnico.Dos partidos que necesitan la tercera plaza para formar un gobierno. Dos partidos que pelearán en cada una de las 52 circunscripciones para lograr un diputado. 

Ambos se encuentran, según las encuestas, en una horquilla que varía del 10% al 15%, pero será en las provincias medianas y pequeñas donde su resultado puede perjudicarles y entregar el Gobierno al bloque contrario. Aquí los diputados son más difíciles de conseguir, y el coste de no conseguir representación es muy grande. De hecho, Sumar podría quedar empatado en votos a Vox, e incluso quedar por delante siendo tercera fuerza y aún así conseguir menos escaños que la extrema derecha y viceversa.

En concreto, el sistema electoral español está compuesto por 52 circunscripciones. A las cincuenta provincias españolas hay que sumarle dos: Ceuta y Melilla. Sin embargo, se pueden catalogar de tres formas. Grandes (dan más de 8 escaños), medianas (entre 5 y 8 diputados) y pequeñas (menos de 5 diputados). 

Una situación que provoca que las provincias pequeñas estén sobredimensionadas mientras que otras, grandes, como Madrid, sean proporcionales al voto. Por poner un ejemplo, Madrid reparte 37 diputados y suele llevar al Congreso entre 4 y 6 partidos diferentes. Cáceres reparte 4 y suelen entrar dos partidos. Sin embargo, provincias como Huesca, Teruel o Ávila solo eligen a tres diputados, pero habitualmente solo dan dos diputados provocando que los votos entre la tercera y cuarta opción vayan a la basura.

Lo interesante tanto para Vox como para Sumar es ganar en provincias como Valladolid, Girona o Castellón, donde se eligen seis escaños. En varias ocasiones en los últimos años los diputados en juego se han repartido entre tres partidos. La cuarta plaza se ha quedado fuera tirando, de nuevo, los votos en balde.