Tras meses de 'guerra política' la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, se ha reunido hoy con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para abordar la descontrolada situación del coronavirus en la región. Entre los llamamientos a la unidad y las declaraciones de intenciones, la popular ha vuelto a echar balones fuera, señalando las carencias del Ejecutivo central y señalando a grupos vulnerables como responsables de la situación.

En concreto, Ayuso ha justificado su necesidad de recurrir a agentes de los cuerpos de seguridad del Estado ante el déficit de agentes municipales en la región, aludiendo a la supuesta inseguridad generada por okupas y menas. La madrileña vuelve a deslizar así la demagógica relación entre menores extranjeros no acompañados y delincuencia, olvidándose de que el problema de los madrileños y madrileñas no es la inseguridad, sino la Sanidad.

La dirigente madrileña ha evitado referirse a las oportunidades perdidas durante este verano para intentar nutrir una Sanidad recortada durante años en la región por los distintos gobiernos del PP. Y es que la dureza con la que el coronavirus azota Madrid no se debe a la delincuencia, si no a la escasez de rastreadores, la Atención Primaria, que lleva meses reclamando recursos y personal, o los hospitales, que vuelven a vivir una situación de saturación.