La Fiscalía de Madrid ha reprochado en su memoria que determinados grupos políticos promuevan un "clima tóxico" con desprecio hacia los menores no acompañados, conocidos como menas, propiciando insultos y campañas "atentatorias contra su dignidad" a través de las redes sociales.

Así lo recrimina el Ministerio Público en la Memoria Anual correspondiente al año 2019 que hace una radiografía de la criminalidad en la región.

El tirón de orejas de la Fiscalía se enmarca en unas diligencias de investigación de una cuenta de Facebook bajo el nombre "todos remamos juntos contra los putos menas", si bien el mismo había desaparecido cuando la Brigada Provincial de Información comenzó su investigación, procediéndose a formular una denuncia.

Como consecuencia de esta investigación, la Fiscalía llama la atención en "el fenómeno producido en el segundo semestre de 2019 consistente la campaña de acoso tanto físico como virtual contra el colectivo de los menores no acompañados, los menas".

Al respecto, señala que hay que considerar a "estas personas especialmente vulnerables tanto por su minoría de edad, como por su origen extranjero y por su desvinculación familiar, siendo estas circunstancias las que determinan en nuestro sistema social y jurídico el que se encuentran tutelados por la Administración Pública".

"Dicha campaña, si bien no puede cifrarse su origen en un hecho concreto, si cabe afirmar que se ha visto reforzada y ha tomado cuerpo por las manifestaciones que determinados grupos políticos han manifestado de forma pública respecto a este colectivo", recoge el escrito de la Fiscalía.

"El clima que ello ha generado aprovechándose el contexto de campaña electoral vivido en esos meses es de tal manera tóxico, que múltiples particulares publican sus comentarios en las redes, exteriorizando abiertamente sus amenazas y absoluto desprecio hacia dichos menores, utilizándose las redes sociales como vehículo para compartir dicha aversión contra los mismos", reprocha.

Evitando la acusación directa

Aunque el informe no menciona a ningún grupo político en concreto, Vox ha sido el partido desde el que, con más frecuencia, se ha hablado de los menores extranjeros no acompañados, generalmente con intención de relacionarlos con el crimen y la conflictividad vecinal. Desde la cuenta oficial del partido en Twitter se ha utilizado a este colectivo como centro de los ataques de forma recurrente, pero también han sido frecuentes las declaraciones públicas de sus dirigentes en el mismo sentido, como Rocío Monasterio, a la que el Defensor del Pueblo tuvo que abrir una investigación por delitos de odio.

Pero la utilización política de estos menores no se queda en el partido de ultraderecha. En el Partido Popular la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, también ha atacado a los niños extranjeros en varias ocasiones. Recientemente los señaló como responsables de la propagación del coronavirus, pero hace un año llegó incluso a proponer "soltarles en el desierto"

Centro de Hortaleza

Solo a modo de ejemplo, la Fiscalía cita que el día 4 de octubre de 2019 tuvo lugar una agresión con palos de remo a dos menores del Centro de Primera Acogida de Hortaleza cuando los mismos se encontraban en una marquesina de autobús. Los autores de la agresión llevaban su rostro tapado con caretas, lo que ha impedido hasta el momento su identificación.

Esta agresión fue grabada en video y pronto se difundió por las redes sociales. Según la Fiscalía, a partir de ese momento han sido varios los perfiles de Facebook denunciados en Fiscalía donde se han publicado mensajes de apoyo en contra de "los menas utilizando consignas violentas, amenazantes, vejatorias, degradantes y cosificantes contra este grupo de menores, fomentando la idea de ser este colectivo el responsable único y exclusivo de todos los incidentes negativos del barrio sean o no delictivos y de la inseguridad con la que viven sus vecinos".

"Actualmente no hay persona particular o grupo de cualquier naturaleza que no sea susceptible de constituirse en el foco de campañas mediáticas a través de las redes sociales, por medio de las cuales se crean auténticos estados de opinión que puede ser atentatorios contra la dignidad o cualquiera de los derechos básicos y fundamentales de la persona integrados en aquella, como la libertad, el honor o la seguridad", concluye.