El presidente de Mensajeros de la Paz, padre Ángel García reitera desde Melilla su petición de que se quiten las concertinas de las vallas “que no sirven para nada y que lo único que logran es que los inmigrantes lleguen al centro de estancia con el cuerpo acribillado a cuchilladas”, dijo. "Las personas que están en el CETI de Melilla tienen caras alegres, como si hubieran alcanzado la Tierra Prometida. No vienen a hacerse ricos, solo quieren vivir".

Este es el resumen de la visita del padre Ángel al centro de Melilla donde están ingresados cerca de dos mil extranjeros, incluidos los llegados en las últimas oleadas del salto a la valla de la frontera con Marruecos.

Tiendas de campaña
Junto al director de las instalaciones, hizo un recorrido por el Centro de Estancia Temporal de Melilla (CETI) donde pudo comprobar las condiciones en las que viven estas personas, en su mayor parte jóvenes. Tras quedar saturadas las estancias, Cruz Roja y el Ejército han habilitado tiendas de campaña para proporcionarles cobijo.

Esperando al marido
También conversó con algunos de los inmigrantes que le contaron sus duras experiencias hasta llegar a Melilla. Una de estas personas fue una mujer de 21 años que llegó hace algún tiempo y que ahora aguarda el paso de su marido que sigue en Marruecos.

El obispo de Melilla discípulo de Francisco
El padre Ángel visitó al obispo Ramón Buxarrais quien vive desde hace unos años en Melilla. Con el prelado departió sobre la situación de los inmigrantes. Definió al obispo emérito de Málaga como un fiel discípulo del Papa Francisco, relata una nota de prensa de la ONG.

El apoyo de la UE
Asimismo se entrevistó con el vicepresidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Miguel Marín, para hablar de que la Unión Europea debe prestar apoyo para solucionar la situación que se produce en la actualidad en Ceuta y Melilla.

El cuerpo acribillado por las navajas
Un vez más, el padre Ángel pidió a Marín que se quiten las concertinas de las vallas “que no sirven para nada y que lo único que logran es que los inmigrantes lleguen al centro de estancia con el cuerpo acribillado a cuchilladas”.

“Se les debería caer la cara de vergüenza”
Insistió en que va a pedir cuantas veces pueda “que se retiren esas cuchillas que atentan contra los derechos humanos”. "Hemos visto decenas de jóvenes con heridas producidas por estos cuchillos que no impiden nada", añadió el cura. “Un haz de un helicóptero en la noche es más eficaz que esas navajas (…) y que no vengan con tonterías de que si las puso uno o las puso otro…! Que las quiten! Se les tendría que caer la cara de vergüenza".

En el barrio musulmán
Durante su estancia en Melilla, el sacerdote también visitó un centro de las Hermanas de María Inmaculada que trabajan en uno de los barrios musulmanes de Melilla prestando apoyo a niños y mujeres y que luchan por hacer la vida más fácil a los habitantes de esta zona castigada por la crisis económica.