Todo importa y todo medido. El primero en llegar ha sido Albert Rivera, candidato de Ciudadanos. Nueve minutos después ha aparecido a las puertas de los estudios de Atresmedia Pablo Iglesias. Sin embargo, el líder morado ha dado el primer golpe de efecto utilizando los servicios del taxi. Pequeño detalle bien medido en un escaparate de relevancia pública.

"Había que hacer un gesto a la familia del taxi. Es un servicio público y está bien que los políticos utilicen este servicio", ha afirmado ante las preguntas de la prensa.  El dirigente morado ha desembarcado junto a Noelia Vera, portavoz del partido.

Un guiño más a los taxistas que siguen denunciando las malas condiciones que sufren compitiendo con las VTC. Iglesias siempre se ha mostrado del lado del taxi y de sus familias y, una vez más, ha utilizado su posición y los focos que posan sobre su figura para reivindicar la lucha del sector y la necesidad de defenderlo. 

Los taxistas y sus familias representan un gran nicho de electores. Históricamente se les ha vinculado a la derecha, pero su cabreo generalizado con los líderes políticos se presenta clave para pescar en aguas revueltas.