Este martes comenzó la XIV Legislatura con la conformación de la Mesa del Congreso de los Diputados, el órgano rector de la Cámara Baja. Precisamente. Las votaciones desataron el fuego cruzado de las tres derechas, que se devoran entre ellas en busca de espacio electoral. Partido Popular y Vox se enzarzaron en una lucha encarnizada, culpándose mutuamente por haber perdido un miembro del bloque conservador en la Mesa.

La actual aritmética parlamentaria permitía esbozar una Mesa con cinco integrantes del bloque progresista (PSOE y Unidas Podemos) y cuatro del bloque de derechas (PP, Vox y Ciudadanos). Sin embargo, la falta de acuerdo cristalizó en una fragmentación que dejó fuera a Ciudadanos y otorgó otro puesto a los morados, quedando una Mesa con seis integrantes progresistas y tres del bloque de las derechas.

“Por culpa de Vox ha sido elegido Gerardo Pisarello, el que arrancó la bandera de España a los concejales del PP en el balcón del Ayuntamiento de Barcelona, en vez de José María Espejo, el que se enfrentaba a los golpistas en la Mesa del Parlament”, denunció Casado.

El presidente de la formación popular lamentaba que “el PSOE pedía un cordón sanitario a Vox pero le facilita entrar en la Mesa del Congreso. Vox se quejaba de un cordón sanitario pero se lo aplica a Cs. Al PSOE le conviene Vox para dividir a la derecha. Por eso usó las sentencias de Franco y el procés para alentar la fractura”.

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“En las elecciones ofrecimos España Suma a Ciudadanos y lo rechazaron, regalando dos victorias a Sánchez. Ayer ofrecimos un pacto para la Mesa del Congreso a Vox pero se negaron, regalando un representante a la izquierda. La división del centro y la derecha es el salvavidas de Sánchez”, sentenció.

Santiago Abascal no tardó en entrar en el cuerpo a cuerpo con Casado y, a través de su cuenta oficial de Twitter, le respondió directamente: ¿Me puedes dar una sola razón por la que 52 diputados tengan que apoyar a 10, y no al revés? Yo no la he encontrado. Pedirnos colaboración para excluirnos roza el insulto personal. No todo vale, Pablo”.

"El PP ha preferido darle inútilmente sus votos a Ciudadanos, en vez de al candidato de Vox. Es el único responsable de que el comunismo y el separatismo tengan un sitio más en la Mesa. Tomamos nota", zanjó Abascal.

Primer round

Se acostumbra a aseverar que, a pesar de que las derechas escenifican desacuerdos, aparcan sus diferencias a la hora de llegar a acuerdos trascedentes tales como pactos para gobernar comunidades autónomas. Pero el desencuentro de este martes marca un precedente.

La pugna por el espacio de las derechas, en transformación con la irrupción de Vox y el trastazo de los naranjas, ha desatado una cruenta lucha que se ha cobrado su primera víctima: un puesto más en la Mesa.

Vox ya ha advertido al PP de que trasladará la contienda a los gobiernos regionales, arriesgando la estabilidad de los ejecutivos de derechas. La batalla por la derecha del tablero no ha hecho más que comenzar.