Génova 13 amanece de nuevo en una tempestad que no tiene visos de cesar con prontitud. El giro a la derecha del ‘nuevo’ PP de Pablo Casado ha sido el motivo por el que ciertas voces discordantes tomen protagonismo en el seno del partido. Pero el líder popular parece ajeno a toda esta polémica que pone en jaque a la formación en uno de los momentos más sensibles de su historia.

 Después de perder el Gobierno gracias a la moción de Pedro Sánchez que le elevó hasta Moncloa mientras los forenses certificaban la defunción política de un Rajoy que pasó sus últimas horas, como buen español, en un bar. El PP necesitaba una revolución interna que prometió un Pablo Casado que enarbolaba la bandera de la ‘juventud’ con vehemencia ante la amenaza continuista de Soraya.

Aznar y la tormenta

Pero tras derrotar a Soraya Sáenz de Santamaría, la crisis del PP no sólo no se ha erradicado sino que se ha acrecentado. El auge de Vox y la sempiterna amenaza de Ciudadanos han disparado todas las alarmas en el partido que guiaba al ‘centro-derecha’ español y que parece perder el trono.

Ante esta cruda advertencia, la mejor idea de Pablo Casado es virar a la derecha. Pero también, mediante una serie de conjuros conservadores, han resucitado una figura que parecía olvidada por la derecha: la de José María Aznar. De hecho no son pocos los guiños que el alumno le ha lanzado a su maestro en estos tres meses que lleva Casado en el trono de Génova.

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Este martes, los dos se vuelven a juntar. Casado sabe que hay que recuperar a la derecha que le ha robado Ciudadanos en estos años y, por eso, entiende que no hay mejor método que el aznarista. El expresidente del Gobierno se alejó como consecuencia de sus gigantes diferencias con Mariano Rajoy, pero ahora que su ojito derecho es el jefe de los conservadores, vuelve a acercarse. Y es que Casado será el maestro de ceremonias en la presentación del último libro de José María Aznar, El futuro es hoy en un acto que ha despertado gran expectación en el mundo de la política.

La semana trágica

Desde que Pablo Casado pronunciara el discurso ‘colonizador’ en el Día de la Hispanidad, el vaso de Génova se ha ido colmando poco a poco. La división es palpable en el ambiente y cada vez hay más voces que se atreven a criticar el nuevo rumbo que ha adquirido un Pablo Casado cuya brújula, como la de Jack Sparrow, solo señala a un lugar: la derecha.

Las polémicas declaraciones de Isabel García Tejerina y el espantoso ridículo de Dolors Montserrat en la Cámara Baja durante la Sesión de Control no han hecho sino abrir más una herida que tardará en cicatrizar. Vox ha puesto en jaque a un Partido Popular que adquiere un cariz que incluso siembra cierto pánico entre sus adeptos.

De hecho, el que fuera ministro de Sanidad con Mariano Rajoy, Alfonso Alonso, ha mostrado su rechazo – aunque de aquella manera – a la nueva política derechista del Partido Popular. En una entrevista concedida a El Correo, el presidente del PP vasco considera que Casado “ya se moderará” porque asume que en política “toda prudencia nunca es suficiente”.

Por otro lado, Ángel Garrido, en una entrevista a El Confidencial, señala que el Partido Popular no debe salir del centro y que si la estrategia no se corresponde con esto, “nos equivocaríamos”. La fractura popular es más que evidente mientras Casado se cita con Aznar para coser la herida y ponerle los puntos de sutura necesarios, aunque resulte ineficiente.