El idilio entre PSOE y Unidas Podemos sufre turbulencias. El Gobierno de coalición ha colisionado ya en varias ocasiones en lo poco que cursa de legislatura. El vicepresidente segundo y secretario general de los morados, Pablo Iglesias, abroncó a sus ministros tras el revuelo generado por las filtraciones relativas al enfado con los ministros socialistas con motivo de la política migratoria. Iglesias salvó el match ball. Pero desde entonces, las grietas abiertas son cada vez más visibles.

Tras la Ley Montero, que ha enfrentado a ministros con nombres y apellidos; la petición de una comisión de investigación sobre los presuntos negocios corruptos del rey Juan Carlos I ha avivado las discrepancias entre socialistas y morados.

Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) ha registrado junto a Compromís (Grupo Plural) la solicitud de una comisión de investigación sobre “las presuntas ilegalidades cometidas por el ex jefe del Estado, Juan Carlos de Borbón, y para determinar, en su caso, las consiguientes responsabilidades éticas y políticas”.

El portavoz parlamentario del Grupo Confederal Unidas Podemos, Pablo Echenique, no tardó en revelar la posición del partido, que no era otra que “trabajar en el Congreso hablando con los demás grupos parlamentarios para tratar de incluir una comisión de investigación que pueda llegar hasta el final de este asunto y que pueda disipar las dudas e investigar a qué se ha dedicado el rey emérito durante los años que fue jefe del Estado".

Sus palabras fueron el preludio de un notable punto de fricción entre los de Pedro Sánchez e Iglesias. En primer lugar, porque al tratarse de un asunto de Estado debió haberse coordinado una postura conjunta, algo que es evidente que no ha ocurrido.

La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha celebrado que haya partidos “preocupados” por los negocios de Juan Carlos I y quieran “lanzar un mensaje” de que “ningún ciudadano está por encima de la ley”.

“Es salud democrática”, ha considerado. Eso sí, “como ministra” se remitirá a la postura oficial del Ejecutivo.

Preguntada por las discrepancias en el seno de Moncloa, Montero ha restado importancia al cruce de declaraciones de los últimos días argumentando que “el debate es sano” y va a existir “siempre”.

Por su parte, la portavoz parlamentaria del Grupo Socialista, Adriana Lastra, no ha recibido con tamaña efusividad la solicitud de la creación de la comisión e investigación. En el Foro Ser Navarra, Lastra ha afirmado que le ha sorprendido la propuesta y ha pedido “respeto a los procedimientos” y “rigor a la hora de tramitar las iniciativas parlamentarias”.

“Democracia es ley, es cumplimiento de las normas, de los procedimientos, y nosotros siempre hemos sido muy respetuosos con los procedimientos”, ha justificado Lastra, al tiempo que ha recordado que “no es la primera vez que grupos parlamentarios plantean una comisión” semejante y “siempre los letrados de la Cámara han dicho lo mismo, no admitir a trámite la comisión de investigación porque al rey emérito le protege el artículo 56.3 de la Constitución”.

La falta de coordinación

Sobre la relación con los morados, Lastra ha sido algo más incisiva que Montero: “Hay buena relación”, sí, pero “hay cosas que mejorar, como la coordinación”.

“Somos dos fuerzas políticas distintas, tenemos que escucharnos mucho, dialogar, acordar todos los días, pero tenemos buena convivencia”, ha puntualizado la portavoz socialista.

Al acuerdo del Gobierno de coalición le siguió un protocolo de funcionamiento básico a fin y efecto de mejorar la coordinación entre los partidos. La fijación de una postura consensuada en temas de Estado formaba parte del documento firmado. Y el asunto relativo a los negocios del rey Juan Carlos I forma parte de este precepto.

PSOE y Unidas Podemos han convocado para la próxima semana la reunión de la Comisión Permanente de Seguimiento del Acuerdo de Coalición, donde a buen seguro hablarán tanto de la Ley Montero como de la comisión de investigación del emérito.