El juego de trileros de Mariano Rajoy para controlar la justicia no ha funcionado en Europa. El Gobierno de España lleva meses inmerso en un casting para nombrar un juez para el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH). El Consejo de Ministros aprobó una terna de candidatos para el TEDH que incluía los nombres de María Elósegui Ichaso, José Martín Pérez de Nanclares y Francisco Pérez de los Cobos. El proceso estaba amañado desde un principio. El presidente del Gobierno ha hecho todo lo posible para que la Comisión de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE) no tuviera más remedio que designar a Pérez de los Cobos, pero el insuficiente conocimiento de idiomas del candidato se ha interpuesto en el camino y le ha relegado a la última posición en el ranking de favoritos.

Según el informe de la APCE, Pérez de los Cobos es el peor posicionado para acceder al puesto en el TEDH, ya que ha recibido 0 votos de los 10 posibles. El mejor posicionado es Nanclares, que recibió 7.

Los idiomas, la asignatura pendiente

Pérez de los Cobos era el candidato de Rajoy. Expresidente del Tribunal Constitucional, fue militante del Partido Popular, donde pagaba religiosamente sus cuotas, y padre espiritual de la vigente reforma laboral. El presidente del Gobierno maniobró para evitar cualquier competencia, pero se ha encontrado con un obstáculo que puede ser insalvable.

El Consejo de Ministros, reunido el pasado 20 de enero de 2017, acordó una serie de requisitos para designar un magistrado para el TEDH. Entre ellos figuraba dominar inglés y francés. Pérez de los Cobos fue incluido en la terna, pero en la entrevista del pasado 12 de enero ante la APCE el magistrado pidió hacer la entrevista en español porque controlaba el inglés, pero no tanto, y se comprometió a realizar los cursos que fueran necesarios.

De hecho, tal y como publicamos en El Plural, Pérez de los Cobos es el único de los tres candidatos que en su CV no aporta diplomas oficiales y se limita a decir que el inglés se le da “good”, mientras que el francés, “very good”.

En suma, a pesar de las ayuditas recibidas por el Gobierno, incluido un requisito de edad que fue tumbado por el Supremo, el desconocimiento del inglés puede costarle el puesto. El próximo martes, cuando la APCE se reúna, se conocerá el candidato definitivo.