La Falange ha sido multada por protagonizar marchas de carácter fascista durante el pasado 20 de noviembre. Una fecha en la que España se llena de manifestaciones en homenaje a las figuras del dictador Francisco Franco y al fundador del partido de extrema derecha, José Antonio Primo de Rivera, pero que con la Ley de Memoria Democrática ya en vigor, no han escapado de las sanciones por la exaltación de las mencionadas personalidades y por el uso de determinados símbolos. En concreto, de acuerdo con la resolución sancionadora a la que ha tenido acceso este periódico, se multa a La Falange por ser "responsable de una infracción muy grave por actos públicos contrarios a la Memoria Democrática". La sanción económica ascendería a los 10.001 euros al haber vulnerado el artículo 62.1, epígrafe E), de la Ley 20/2022, de 19 de octubre, de Memoria Democrática, que dicta lo siguiente: 

"Las convocatorias de actos, campañas de divulgación o publicidad que por cualquier medio de comunicación pública, en forma escrita o verbal, en sus elementos sonoros o en sus imágenes, inciten a la exaltación personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra o de la Dictadura, de sus dirigentes, participantes en el sistema represivo o de las organizaciones que sustentaron al régimen dictatorial, cuando entrañe descrédito, menosprecio o humillación de las víctimas o de sus familiares". Exaltar las figuras de Franco y de Primo de Rivera ha chocado con este epígrafe y ha acarreado la mencionada sanción pecuniaria al partido ultraderechista.

Una sanción que ya fue propuesta mediante expediente sancionador el pasado 23 de enero, después de que la Comandancia de la Guardia Civil en Madrid abriese diferentes informes sobre las marchas el día después de las mismas, y de que diferentes asociaciones memorialistas elevaran sus quejas al Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática. Cabe destacar que la Delegación del Gobierno en Madrid autorizó estas concentraciones, siempre y cuando se respetase la ley de Memoria Democrática. Al lucir sus participantes "iconografía y estética fascista", este punto no se cumplió, por lo que se puso en marcha la maquinaria legal que ha terminado concretando en esta sanción económica.

Mediante la citación de informes de los cuerpos judiciales y aportando fotografías, vídeos y otros testimonios, quedó patente que "se reprodujeron comportamientos, alocuciones y diversas actuaciones que pretendían recuperar y ensalzar la memoria de José Antonio Primo de Rivera, fundador de La Falange, al mismo tiempo que se ponían en práctica diversos ritos, iconografía y simbología relacionadas con la sublevación militar acontecida el 18 de julio de 1936, de la Guerra Civil Española o del periodo de la Dictadura Franquista".

Diferentes artículos vulnerados... y el beneplácito del PP

A pesar de que el artículo que ha acarreado la sanción ha sido el 62.1.E, no ha sido el único que han vulnerado los falangistas. Por su parte, el artículo 61 de la Ley de Memoria Democrática dicta lo siguiente: 

Serán responsables como autores las personas físicas o jurídicas que dolosa o negligentemente realicen las acciones u omisiones constitutivas de infracción conforme a lo previsto en el artículo 62”. Así, este es el artículo que les atribuye, legalmente, la autoría de los hechos. 

Por su parte, el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha prometido en reiteradas ocasiones que derogará varias leyes del Gobierno de Pedro Sánchez en el caso de resultar electo y dar el salto a La Moncloa, ahora teniendo como meta fijada las elecciones del 23 de julio, siendo una de ellas, precisamente, la Ley de Memoria Democrática.

A finales del año 2022, Feijóo argumentó que la Ley de Memoria Democrática “atenta contra el espíritu de la Transición”, a la par que condenó que dicha norma salió adelante con el apoyo de Bildu, formación que, a su juicio, “no puede ser el notario que reescriba la Historia de España”. En la misma línea que Feijóo han opinado sobre esta normativa los anteriores dirigentes del PP: tanto José María Aznar, como Mariano Rajoy y Pablo Casado, durante sus respectivos mandatos en la formación, y los dos primeros líderes desde Moncloa, se posicionaron en contra de la Ley de Memoria Histórica del 2007, nacida del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero.

A su vez, bajo la frase que ya se ha convertido en su lema de campaña electoral, “derogar el sanchismo”, el líder nacional de los ‘populares’ garantizó que anulará “todas aquellas leyes que están inspiradas en las minorías y atentan contra las mayorías” si alcanza La Moncloa, incluyendo así otras normativas de la coalición como el ‘solo sí es sí’ o la Ley Trans, entre otras.