No por habitual la estrategia de utilizar ETA como reclamo electoral por parte del PP deja de indignar, y más cuando la memoria reciente es suficiente para sonrojar a quienes se rasgan las camisas al olor del voto. Javier Maroto, vicesecretario de Acción Sectorial del PP y todavía portavoz de este partido en el Ayuntamiento de Vitoria, se está esforzando por calentar la precampaña de las elecciones vascas en favor del candidato Alfonso Alonso, su mentor político tanto en Madrid como en la capital alavesa -donde dejaron su huella en forma de perjuicio a las arcas públicas-. 

Primero Maroto acusó a Podemos de compartir electorado con Bildu, y este jueves ha intentado usar al candidato de esta formación, Arnaldo Otegi, para desgastar a los socialistas. Concretamente ha dicho sentir “asco” por el PSE por no impugnar a Otegi como promueven el PP, Ciudadanos y UPyD.

Un pasado de colaboración muy reciente
Maroto se muestra muy crítico con Bildu en esta precampaña y recurre a ellos para ‘manchar’ a las demás
. En una reciente entrevista en la COPE aseguraba que no iba a dar más publicidad a Bildu y que la posición de la izquierda abertzale siempre ha sido la misma “Sustituyen el ‘España nos roba’ de los partidos independentistas de Cataluña por el ‘España no nos deja’ en el caso de Euskadi”. Pero a pesar de tener tan claras las cosas ahora no siempre ha sido así para Maroto.

Maroto se distanció de Bildu después de que esta formación apoyara al PNV para hacerse con la alcaldía de Vitoria, privando al popular del bastón de mando. Pero hasta ese momento la izquierda abertzale había sido para Maroto un excepcional apoyo al frente del Consistorio. Cuando el exalcalde empezó con los reproches desde el PNV se lo tuvieron que recordar: "Debería ser prudente porque como Mariano Rajoy se entere de que su vicesecretario ha acordado con Bildu un día sí y otro también igual le pone en un brete". El actual regidor Gorka Urtaran recordó que su antecesor en el cargo había pactado con los abertzales todo tipo de cuestiones, enumerando entre esos acuerdos la estación de autobuses, la disolución de una sociedad pública, un nuevo impuesto sobre viviendas vacías, el cambio de callejero o el incremento del Impuesto de Actividades Económicas. Urtaran incluso recordó que Maroto se declaraba en el Ayuntamiento como “amigo de los concejales de Bildu con los que iba a tomar vinos".