Todo ha ido según lo previsto: Mariano Rajoy ha sido investido como presidente del Gobierno. Sonriente, enfiló uno de los pasillos del Congreso y salió al patio mientras diputados, compañeros, y su guardia pretoriana le vitoreaban: “¡Presidente, pesidente!”. Y con la misma sonrisa de oreja a oreja, incluso más tras su salida triunfal, se montó en su coche y salió por la Carrera de San Jerónimo.

Pero no todo eran sonrisas. En ELPLURAL.COM hemos recogido algunas de las reacciones. César Luena ha sido uno de los primeros en abandonar el edificio. Tras él, diputados de Unidos Podemos se acercaban a los micrófonos para demostrar su descontento. Pablo Iglesias, Íñigo Errejón y el coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, han arremetido con dureza contra el PSOE, siguiendo la misma tónica que en sus respectivos discursos durante la investidura.

El cómplice por antonomasia de Rajoy, Albert Rivera, ha salido  con una sonrisa semejante a la de Rajoy. El líder de Ciudadanos ha matizado que espera que el líder popular “cumpla sus compromisos” y lo más “rápidamente posible”. Eso sí, parece que los anhelos de Rivera tendrán que esperar, ya que el recién investido presidente se ha tomado el puente libre y no anunciará su gobierno hasta mediados de la próxima semana.

Algunos diputados, como Alberto Rodríguez Rodríguez, no han salido por la Carrera de San Jerónimo sino por la calle Cedaceros, donde algunos manifestantes de Rodea el Congreso se habían apostado a las puertas del Hemiciclo. Desde ahí, han recibido entre aplausos a Errejón y otros diputados del grupo parlamentario Unidos Podemos y han lanzado objetos tales como latas o mecheros a parlamentarios de Ciudadanos.