España ya no tiene nada que envidiar al resto de Europa. Aquí, gracias al Partido Popular y a Ciudadanos, la extrema derecha ya tiene también voz y voto. Vox ha irrumpido en el tablero político y su presencia ha sido fundamental para acabar arrebatándole por primera vez la Junta de Andalucía al PSOE. 

Por ello, no es de extrañar que prácticamente todos los sectores conservadores de este país se hayan alegrado con la aparición de los de Santiago Abascal. Estos son conocedores de que con la influencia de la extrema derecha es más posible que tengas repercusión, notoriedad y, sobre todo, ayudas o subvenciones. 

Este es el caso de la Fundación Madrina, una asociación antiabortista que considera el aborto un "fracaso enorme" y el embarazo "un éxito". Éstos abogan por "asistir y ayudar desde la acogida a las embarazadas y familias, madres y padres, con hijos hasta 18 meses en riesgo y situación de crisis, soledad, abandono o violencia –personal, familiar, social o laboral-, ofreciéndoles una solución personalizada a cada problemática y edad, con especial énfasis en la adolescencia". 

Y esta Fundación tiene motivos de sobra para celebrar la irrupción de Vox. Y es que, la candidata del partido ultraderechista a la alcaldía de Madrid, Rocío Monasterio, se encuentra estrechamente vinculada a la asociación. Hasta tal punto de que en varias ocasiones ha colaborado organizando coloquios, subastas y recogidas de alimentos con ellos. 

Sobre Monasterio, cabe decir que es una de las personas con el discurso más extremista de Vox, que no es poca cosa. Asimismo, la lideresa de Vox está casada con Iván Espinosa de los Monteros, hijo del ex Alto Comisionado para la Marca España, expresidente de Iberia y uno de los hombres fuertes de Abascal. 

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