Lo he defendido en este blog alguna vez: el problema de PODEMOS no es de ideología es simplemente de educación. Incluso pedí al PSOE en este territorio que atendiera ese proceso educativo para bien de la ideas de progreso. No me han hecho caso en PODEMOS. Todavía.

¿Y entonces qué pasa? Pues que los militantes o simpatizantes educados de PODEMOS (que hay muchos) empiezan a criticar o a abandonar la formación de izquierda maleducada.

Primero fue Manuela Carmena, Alcaldesa de Madrid, que pidió (educadamente) el voto de PODEMOS para un Gobierno presidido por Pedro Sánchez.

Segundo ha sido el exfiscal Jiménez Villarejo que ha decidido alejarse de la formación mal educada que preside Iglesias.

Las dos son personas de izquierdas sin la menor duda. Las dos son personas que creen que, ser educado, no está reñido con ser de izquierdas. Más aún, me parece que están insinuando que, lo que realmente puede hacer cambiar una sociedad, es una militancia organizada de izquierdas y bien educada.

¿Quién ha dicho que hay que ser maleducado para demostrar que eres de izquierdas? Un idiota de izquierdas.

PODEMOS (algunos afiliados a PODEMOS) pretenden identificar mala educación con progresismo: ¡pobres despistados! Pero los ejemplos de mala educación de su líder Iglesias, dan lugar a estas cosas.