El diario de Pedro J. Ramírez cree que la Ley de Memoria Histórica de Zapatero de octubre de 2007 “ha traído consigo una especie de paranoia o delirio obsesivo por interpretar todo lo que sucede en el presente en función de las claves políticas de la etapa republicana y de la Guerra Civil, como si España fuera la misma que la de hace ocho décadas”.

La Memoria Histórica reabre viejas heridas
Según El Mundo, la Memoria Histórica solo ha servido para “reabrir viejas heridas y hacer una lectura del pasado que suscita la división entre los ciudadanos”. No ha servido – agrega- para reconciliar a los españoles ni para ayudarles a tener una visión más objetiva del pasado sino para agudizar esos persistentes demonios familiares que alimentan nuestra paranoia”.

La paranoia de la memoria
Por su parte, La Gaceta, que titula su editorial “La Guerra Civil o la memoria como paranoia”, afirma que Zapatero “ha gastado sus energías y nuestro dinero en poner el pasado en la agenda política”.

“Resulta realmente hiriente y obsceno –apunta el editorial- que este Gobierno que, afortunadamente, se acerca a toda prisa a un ocaso irreversible, haya gastado su energías y nuestro dinero en reintroducir lo peor de nuestro pasado en la agenda política, en reactivar una absurda Memoria Histórica”.

Zapatero, aprendiz de brujo
El diario que dirige Carlos Dávila concluye que “el zapaterismo ha jugado en este terreno como aprendiz de brujo con el indisimulado propósito de arrimar adhesiones a su bando” y “con su suposición sin mayor fundamento” y su “aventurerismo político” ha evidenciado, según La Gaceta, “sus muchas ganas de repartir dineros a espuertas entre los amigos de la secta zapateril”.

La Guerra del 36, "más que un mero putsch de militares indisciplinados"
Para La Gaceta, “la Guerra del 36 fue algo más, y algo más complejo, que un mero putsch de militares poco atentos a la disciplina debida” y el intento del Gobierno “de rehacer una historia ad usum delphini es, además de una estupidez, una muestra realmente insuperable de vileza política, de mala intención”.