La Fiscalía ha pedido archivar la querella presentada por Vox contra el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero por supuestos delitos de colaboración con banda terrorista, revelación de secretos y la omisión del deber de perseguir delitos por la gestión de las negociaciones con ETA entre 2005 y 2007.

El presidente de Vox, Santiago Abascal, anunció el 27 de junio la presentación de la querella en una rueda de prensa en el Congreso de los Diputados, en la que apareció junto a dirigentes de la plana mayor de su partido, como Javier Ortega Smith, Iván Espinosa de los Monteros y Francisco José Alcaraz. En la sala estaban presentes los 24 diputados de la formación ultra.

Según explicó Abascal, la querella contra Zapatero pretendía ser su acto de homenaje en la conmemoración del día de las víctimas del terrorismo, que fue celebrado con un acto institucional en el Congreso en el que Vox no participó por considerarlo una "una coartada" para el "blanqueamiento" de la banda terrorista y del proceso de negociación entre el Gobierno y ETA, cuyas actas fueron esgrimidas por el líder de la formación ultraderechista.

En su comparecencia, el presidente de Vox vinculó la querella criminal contra Zapatero por la negociación con ETA con los "dos procesos convergentes" en la actualidad, en su opinión: el "blanqueamiento de ETA" con "la guinda" de la entrevista de Arnaldo Otegi en TVE y el "proceso separatista" en Cataluña.

La respuesta de Zapatero

Preguntado sobre la querella, el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero dijo que "no merece calificación" y subrayó que "pusimos todo el compromiso en la defensa de los valores democráticos".

 "Era una tarea dura, difícil, en la que me empleé... en la que pusimos todo el compromiso en la defensa de los valores democráticos y, sinceramente, estas reacciones no merecen calificación", afirmó el expresidente socialista.