La presidenta de Unión Progreso y Democracia, Rosa Díez, durante su comparecencia tras conocer los resultados de su partido en las pasadas elecciones municipales y autonómicas. EFE



La crisis de UPyD en Galicia, donde la dirección del partido ha dimitido en bloque por el trato recibido por Rosa Díez ha puesto de relieve, otra vez, la fragilidad y degeneración de un partido contradictoriamente en auge en clave electoral gracias al deterioro de las dos principales fuerzas políticas. La situación en Galicia no es excepcional, ya que se extiende a otras comunidades autónomas, ni nueva, las denuncias contra la falta de democracia interna, “autoritarismo” y narcicismo político de su líder se han mantenido sin variación en los últimos años.

Nadie al otro lado de la línea
La dimisión al completo del Consejo Territorial de Galicia ha sido el último capítulo de la crisis permanente en UPyD. La formación no cuenta ya con representación en esa comunidad, como pudo comprobar ELPLURAL.COM este lunes, cuando se puso en contacto con el partido para hablar con la dirección regional. Ni siquiera existe actualmente un teléfono de contacto. Nadie al otro lado de la línea.

Las otras crisis, en Cantabria y otras comunidades
La situación recordó la crisis en Cantabria, hace unos meses, cuando el 44% de los afiliados de UPyD se dieron de baja, según eldiariomontanes.es,. El sector disidente argumentó que el partido "es un proyecto personal de Rosa Díez para auparse, ella y su entorno, tanto en Madrid como en las provincias"

Uno de los que abandonaron allí fue Joaquín Rubio, quien fuera candidato a alcalde en Santander. Se fue denunciando falta de “democracia interna” y exceso de “personalismo”. Antes, había dado el portazo la portavoz en el Ayuntamiento de Santoña, quien no se cortó un pelo al denunciar que Rosa Díez es “una dictadora” y su partido “un fraude”. Además de Galicia y Cantabria, UPyD ha sufrido crisis interna en el País Vasco, Castilla y León, Andalucía, Baleares, Comunidad Valenciana y Madrid, según La Gaceta.

Denuncias de "autoritarismo" de algunos de sus dirigentes
No es una situación de ahora. En 2009, una parte importante del partido plantó cara a Rosa Díez al anunciar en octubre de aquel año que presentarían una candidatura alternativa en el congreso del partido. Como se ha seguido repitiendo después, demandaban “mayor democracia interna” y “capacidad organizativa”.

Venían de un verano caliente después de que la dirección del partido suspendiera a 14 militantes que expresaron su descontento con su gestión, y de que uno de los fundadores de UPyD, Mikel Buesa, se diera de baja tras denunciar las formas “autoritarias” de Rosa Díez.

El duro comunicadoque habló de "fraude" político
En 2010, unos 150 exmilitantes de UPyD suscribieron un comunicado en el que denunciaron el “fraude” del partido de Rosa Díez, convertido en un instrumento exclusivo a su servicio, según afirmaron.

Los firmantes se quejaron de la "persecución del discrepante”, de que se hubiera “amputado de manera intencionada todos los cauces de comunicación entre afiliados” y se actuara “de manera caudillista, imponiendo un férreo modelo de organización interno". El duro comunicado exponía que el voto a UPyD es el “voto a un fraude político, que tras una envoltura y un discurso supuestamente atractivo para muchos, tienen un interior amargo y falso".

Un partido progresista que se alinea con las posturas más radicales
Rosa Díez defiende que su partido es “progresista y nacional”, pero lo cierto es que su indefinición le sitúa más cerca del oportunismo político. Un estudio de la Universidad de Deusto, del que se hizo eco ELPLURAL.COM en mayo pasado, reflejó que los españoles no se aclaran sobre en qué sector ideológico ubicar a UPyD.

No es de extrañar. Rosa Díez pasa con gran falicidad de ser un azote contra el PP a socio de su postura más radical en temas como la política autonómica o antiterrorista o simplemente al defender mano dura frente a las manifestaciones ciudadanas. La líder de UPyD llegó a equiparar los escraches a los políticos con la kale borroka. Los ataques de UPyD contra las mujeres maltratadas, en boca de una de las caras más visibles del partido, el diputado Toni Cantó, quedaron lejos del discurso “inequívocamente progresista” que se atribuye Díez.

Protegida de Pedro J. y un contrapeso frente al PSOE
No son pocos los que ven en los orígenes de UPyD un deseo revanchista de Rosa Díez, tras su derrota frente a Zapatero para liderar el PSOE y hay quienes recuerdan aún cómo, después, en su etapa como eurodiputada socialista se alineó en muchas decisiones con el Partido Popular.

UPyD ha sido un partido que ha buscado debilitar al PSOE. De hecho, Rosa Díez fue protegida por Pedro J. Ramírez, quien, como ya contó ELPLURAL.COM, le prometió su apoyo. Incluso, algunos mantienen que fue el director de El Mundo quien propuso a Díez crear una fuerza política cuyas líneas ideológicas fueran la unidad nacional, menos autonomía, prevalencia del castellano y ofensiva antinacionalista, y le prometió que su periódico la apoyaría continuamente, como ha sido. Ramírez no tuvo reparos en pedir el voto para UPyD en el País Vasco en las pasadas elecciones autonómicas.