Rosa Díez, portavoz parlamentaria de UPyD, en el Congreso / EFE-Archivo



Los españoles ven a Izquierda Unida a la izquierda del panorama político; al PP, a la derecha; y al PSOE, en el centro izquierda. Pero a UPyD, la otra fuerza que como IU emerge con fuerza en medio del desgaste de los dos grandes partidos, los ciudadanos no se aclaran dónde ubicarla, según un estudio de la Universidad de Deusto sobre cómo se ve en cada comunidad autónoma la ideología de las principales formaciones.

Oportunismo y demagogia
El estudio, recogido en ZoomNews, refleja el desconcierto de los ciudadanos ante la indefinición ideológica del partido que dirige Rosa Díez, la política que en otros tiempos pretendió liderar el PSOE. Su falta de definición, que los críticos califican de oportunismo y demagogia, es, sin embargo, una estrategia que le permite crecer en intención de votos, al arrimarse a lo que le interesa en cada momento.

"Un partido inequívocamente progresista"
En una entrevista en El País, el pasado sábado, Rosa Díez aseguraba que “cada vez falta menos para que se vea cómo somos cuando gobernamos”. La líder de UPyD se sorprendía ante la pregunta del periodista sobre si su formación es de izquierdas o de derechas: “yo creía que a estas alturas no me iba a hacer esa pregunta”. Y a continuación, afirmó que el suyo es un partido “inequívocamente progresista y nacional”. Aunque ella misma reconocía que entre los ciudadanos la cosa no está tan clara: “hay quien dice que somos de la extrema derecha y quien dice que somos de la extrema izquierda; nos la repampinfla el adjetivo. Somos la política que defendemos. La calificación, que la haga cada uno”. El problema es que buena parte de la población se siente incapaz de calificarle.

De azote del PP a socio en su postura más radical
Es comprensible, si se presta atención a las declaraciones de los miembros del partido y de su propia líder, quien pasa de ser un azote contra el Gobierno y su presidente en el Congreso de los Diputados, por su política económica, territorial o antiterrorista o su escaso empeño por buscar consensos, a apoyar, como hizo en diciembre pasado, la mano dura del PP frente a las manifestaciones ciudadanas. Díez respaldó la propuesta del presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, de regular el derecho a huelga con motivo de los paros de los trabajadores del Metro y de las protestas de los profesionales de la sanidad.

Díez defendió, en una entrevista en Onda Cero, esta postura porque, según dijo, no se trata “de una petición nueva”, sino que es “una asignatura pendiente de nuestra democracia que, de vez en cuando, se pone sobre el tapete cuando hay asuntos importantes o huelgas que objetivamente generan preocupación en los ciudadanos”.

También fueron reveladoras las declaraciones de Rosa Díez, en marzo, cuando igualó los escrache contra los políticos organizados por la plataforma antidesahucio, en los que participan muchos ciudadanos,  con la kale borroka.

Los ataques de UPyD contra las mujeres maltratadas
Un partido “inequívocamente progresista” aseguró Díez y, sin embargo, una de sus caras más visibles, el actor y diputado Toni Cantó, sorprendía no hace mucho con unas declaraciones que no se han escuchado ni a la derecha más extrema y ultraconservadora, al considerar que “la mayor parte de las denuncias por violencia de género son falsas” y que “las estadísticas son sesgadas”.

Tampoco entraban en lo puramente progresista las afirmaciones de Cantó, en febrero pasado, sobre que los animales no tienen derecho a la libertad ni a la vida, en un pleno del Congreso que debatía sobre la tramitación de una ILP que declaraba los toros Bien de Interés Cultural.

De Basta Ya a UPyD
Un partido contradictorio, con unos orígenes a la par, sustentado en el colectivo Basta Ya, que habría recibido apoyo económico del PP en 2002, según refleja la contabilidad de los populares. Este grupo, creado en 1999 por el filósofo Fernando Savater, se dedicó a criticar con dureza la política antiterrorista del Partido Socialista . En 2007, después de salir de las filas socialistas, Rosa Díez optó por presentarse en solitario a las elecciones generales de 2008 y al final Basta Ya terminó denominándose UPyD.

El apoyo de Pedro J. Ramírez
En su salida del PSOE, Díez estuvo arropada por Pedro J. Ramírez, quien le prometió su apoyo a la exsocialista después de que perdiera frente a Zapatero en las  elecciones del PSOE. Ramírez propuso a Díez que creara un partido cuyas líneas ideológicas fueran la unidad nacional, menos autonomía, prevalencia del castellano y ofensiva antinacionalista, y le prometió que su periódico la apoyaría continuamente, como ha sido. En las pasadas elecciones autonomistas, el director de El Mundo pidió personalmente el voto para UPyD en el País Vasco.