Partit Demòcrata Europeu Català (PDeCat) y Esquerra Republicana (ERC) continúan su hoja de ruta cuyo desenlace se resolverá el 1-O. Las fichas se mueven y Carles Puigdemont ya ha dispuesto el tablero cesando a los que tienen dudas y nombrando a los adeptos a la causa secesionista. Un Govern a medida para afrontar el referéndum. Pero este Ejecutivo requiere de una batuta que marqué los tempos y organice la orquesta. El elegido ha sido el vicepresident Oriol Junqueras, quien, a pesar de sus exabruptas y tajantes declaraciones, de puertas hacia dentro se guarda bien las espaldas. Y es que, según publica El Confidencial, el líder de ERC se niega a dar órdenes por escrito o firmar documentos para evitar que se le vincule directamente con la organización de la consulta en los tribunales.

La Fiscalía General del Estado interpuso a mediados de mayo una querella contra Meritxell Borrás Solé, consejera de Gobernación, Administraciones Públicas y Vivienda de la Generalitat; y contra Francesc Esteve Balagué, secretario general del mismo departamento, por sacar a concurso público una licitación que contemplaba el suministro de urnas de cara al referéndum. Desde ese momento, los dirigentes independentistas, a pesar de continuar con paso firme, se cuidan las espaldas. El propio Junqueras rehusó ser el estratega principal del 1-O, un cargo que le ofreció Puigdemont. La razón que alegó, según publicó El País, fue que las posibles responsabilidades judiciales debían ser colectivos: “Colectivizar la responsabilidad”.

Poco más de dos meses restan para la fecha fijada en rojo y las consecuencias, e incluso las acciones anteriores, se encuentran en un terreno de absoluta incertidumbre. No se sabe si el Gobierno de Mariano Rajoy activará el Artículo 155 de la Constitución, qué acciones legales se barajan, que sucederá ese día… Muchas son las incógnitas. Eso sí, por si acaso, algunos ya se preparan.

(Consulta aquí qué dice exactamente el Artículo 155 de la Constitución)

Según publica El Confidencial, Junqueras tan solo transmite instrucciones de manera verbal sobre asuntos relativos al referéndum. La consigna es clara: ni un solo documento firmado. De hecho, en caso de haberlo, el vicepresidente y consejero de Economía de la Generalitat habría ordenado su borrado inmediato para evitar represalias judiciales.

En este sentido, el Centro de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (CTTI) ocuparía un lugar central. Junqueras mantiene un contacto directo y asiduo con Josuè Sallent, su hombre en este departamento. Sus correos y contactos, según El Confidencial, habrían sido eliminados para no dejar rastro vinculable al 1-O. ¿El problema? Que desde que el Tribunal Constitucional dictaminó que debían suspenderse todas y cada una de las partidas presupuestarias dedicadas al referéndum, Sallent sentenció que solo serían atendidas las peticiones firmadas y por escrito. Pocos son los capacitados para rubricar esas órdenes, y menos aún son los dispuestos a dejar rastro.