Unidas Podemos mueve ficha. La comunicación entre el Ministerio de Igualdad y el de Justicia es inexistente desde que el pasado lunes el Grupo Socialista registrara unilateralmente su proposición de ley para reformar la ley del solo sí es sí. No hay negociaciones abiertas, situación que Irene Montero pretende revertir. La dirigente morada ha solicitado al ala socialista del Ejecutivo a “sentarse cuanto antes” para consensuar una iniciativa que mantenga el consentimiento en el corazón del Código Penal y que suscite el acuerdo de los socios de la mayoría progresista.

"Estamos en contacto, creemos que hay que sentarse cuanto antes y alcanzar un acuerdo cuanto antes para dar una respuesta unitaria e integral como Gobierno, que podamos responder al sufrimiento de las víctimas y también a la preocupación social de muchísimas familias y mujeres", ha explicado Montero en declaraciones a los medios de comunicación tras un desayuno informativo.

No es la primera reunión que piden desde Unidas Podemos. Según ha trascendido, el Ministerio de Igualdad la solicitó durante el fin de semana con el objetivo de explorar “soluciones técnicas rigurosas” que solucionen “las diferencias profundamente políticas”.

Montero se ha mostrado optimista en cuanto a la posibilidad de reanudar la negociación. "Mientras mantengamos la decisión de poner el consentimiento en el centro, de no volver al esquema de penas anteriores, de que no haya dos tipos de agresión y que no estemos penalizando a la mayoría de las víctimas que no pueden demostrar esa violencia o esa intimidación va a haber muchas posibilidades para el acuerdo", ha sostenido.

En relación a las declaraciones realizadas por la ministra de Justicia, Pilar Llop, en una entrevista en La Vanguardia en la que apelaba a la necesidad de aprobar un "texto muy riguroso", Montero ha insistido en que las diferencias que entorpecen el acuerdo con el PSOE son "profundamente políticas" y ha respondido a la titular de Justicia que "si se mantiene el consentimiento en el centro del Código Penal, soluciones técnicas rigurosas para llegar a un acuerdo siempre ha habido". Para Montero, la disyuntiva está en si se decide "mantener el esquema del consentimiento, a las mujeres se les pregunta si consintieron y a los agresores si se aseguraron de que había consentimiento" o si se regresa, "como ha propuesto el PSOE, a un modelo penal en el que se diferencian tipos de agresión en función de si existió o no violencia y, por tanto, se penaliza a la mayoría de las víctimas que no consiguen o no pueden demostrar esa violencia".

La amenaza del 8M

El portavoz parlamentario del Grupo Socialista, Patxi López, compareció flanqueado por la secretaria de Igualdad del PSOE, Andrea Fernández, tras registrar la PL. Anunció, entonces, que esperaban poder aprobarla en el Congreso en un mes, apuntando a finales de febrero. Sin embargo, los plazos ordinarios la sitúan en la primera sesión plenaria de marzo. El primer paso debe darlo la Mesa del Congreso, que calificará la iniciativa este martes ya con el procedimiento de urgencia. Luego, la Junta de Portavoces ha de fijar la fecha para su primer debate. Para ello, se requiere de la conformidad del Gobierno, que tiene la potestad para vetar iniciativas que descuadren sus Presupuestos. No será el caso y el trámite puede superarse en cuestión de horas, como ya ocurrió con la reforma del Código Penal que suprimía el delito de sedición. Moncloa no tardó ni 24 horas entonces y no se espera que actúe de forma diferente en este caso.

Corresponde a la Junta de Portavoces incluir la reforma en el orden del día. En su reunión de este martes 14, la Junta diseñará el pleno del 21 de febrero y la proposición de ley socialista no figura en el borrador, por lo que si el PSOE quiere acelerar y despacharla en febrero, únicamente tiene dos vías: o bien fuerza un pleno monográfico el jueves 16 o reúne apoyos para que este martes la Junta incluya la reforma en el orden del día de la sesión plenaria del 21 a la espera de que llegue el aval gubernamental. Si no se transita ninguno de estos caminos, la reforma no sería abordada hasta el primer pleno de marzo, que arrancará el 7.