La Unión Europea ha desvelado su nuevo marco financiero para 2028 hasta 2034 esta semana y tiene una clara apuesta por la simplificación de trámites y por la gestión de crisis. Con un nuevo presupuesto que se acerca a los 2 billones de euros, la Comisión Europea está a la espera de la aprobación de su marco en el Parlamento.
Fuentes comunitarias han asegurado a este periódico que, a pesar del aumento en el presupuesto, la Unión Europea no pedirá un aumento en contribuciones desde los países miembros. A través de una reestructuración del sistema de ingresos, especialmente por medio de la eliminación de las rebajas que se utilizaban para “corregir” prácticas y el ajuste de los impuestos sobre residuos electrónicos y el tabaco, fuentes diplomáticas han señalado que se podrá compensar el incremento sin perjudicar a los 27 estados miembros.
La columna vertebral de esta nueva propuesta es la simplificación de los trámites. Se ha señalado que la lentitud en la implementación de medidas se reducirá significativamente con la apuesta por la “flexibilidad”, por lo que, de los 52 programas de financiación preexistentes, estos se verán concentrados a 16. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, explicó este miércoles que esta simplificación de procesos facilitará el movimiento de dinero, mientras que fuentes de la Comisión han señalado a este periódico que no desaparecerá ningún programa preexistente, pero que estos se concentrarán en las cuatro nuevas prioridades de la Unión: la cohesión económica, social y territorial de Europa, prosperidad y seguridad rural y marítima; la competitividad, prosperidad y seguridad; una Europa global; y, la administración.
De los 1.8 billones de euros que componen este presupuesto, 865.000 millones se dedicarán a los Planes Nacionales y Regionales de Asociación (PNR), 410.000 millones a los fondos de Competitividad y otros 200.000 millones a acciones externas, incluyendo ayuda humanitaria. Dentro de los PNR -el 44% de su marco financiero-, fuentes diplomáticas europeas han afirmado que, a diferencia del procedimiento anterior del bloque comercial, el punto de partida de los países se tomará en cuenta, lo que permite la adaptación a las situaciones particulares de cada país y permite que se acerquen a las prioridades de la Unión.
Además, estas fuentes han defendido que, dado que se ha creado la obligación para los países miembros de suplementar los ingresos de granjeros, la Unión se compromete a proveer ese dinero. Ha explicado que se creará un “cojín” para permitir que cada país cambie su programa si es necesario. Por ello, un 25% del presupuesto asignado a cada Estado miembro se reservará, lo que impide su asignación hasta después de la programación inicial de los fondos. En el caso de España, figura entre los países con mayor asignación de fondos, con un total de 88.100 millones de euros, junto con Italia, Francia y Polonia.
Dado este contexto, la Unión Europea también ha creado un nuevo fondo voluntario llamado Catalyst Europe. Fuentes de la Comisión han confirmado que la Unión estima la posibilidad de conseguir 150.000 millones de euros en contribuciones, pero que no se ha incorporado en el plan inicial de la Unión dado que su funcionamiento se basa en préstamos que tendrán que ser pagados y que el incumplimiento de estas obligaciones nunca se ha producido.
Un nuevo mecanismo de crisis
La Unión Europea ha resaltado que el actual contexto geopolítico y los nuevos retos a los que se enfrenta la alianza Europa ha motivado la creación de un nuevo mecanismo de crisis para combatir situaciones imprevistas. Von der Leyen señaló que este procedimiento podría poner hasta 400.000 millones de euros a disposición de los países en caso de “una crisis desconocida” y que es: “algo que tenemos como una posibilidad pero que no se puede usar en momentos normales”.
Sin embargo, las fuentes europeas de este periódico han apuntado a que, en términos reales -contando con inflación-, este máximo rondaría los 350.000 millones de euros. Además, este mecanismo se basa en un sistema de préstamos, no subvenciones y requiere necesariamente un acuerdo colectivo por parte de todos los estados miembros en el caso de su uso en tiempos de crisis y seguir los mismos procedimientos necesarios para cambiar leyes europeas.
Frente a dudas sobre lo que se puede entender como una “crisis” y las situaciones en las que se podrá activar este mecanismo, fuentes de la comisión han aclarado que la Unión no tiene una definición de crisis. Este afirma que se podrá evaluar si una situación es una crisis o no dependiendo del juicio o la evaluación de cada entorno.
Europa apuesta por la competitividad
Entre los aumentos presupuestarios, el nuevo Fondo de Competitividad incorpora el programa preexistente de investigación e innovación llamado Horizon Europe, pero duplica su presupuesto. Además, incluirá lo que las fuentes de la Comisión han descrito como una versión europea del informe [Mario] Draghi, lo que se basa en una ampliación generalizada de la simplificación y consolidación de las inversiones europeas a sus prioridades.
En el caso de seguridad y defensa, este presupuesto se quintuplica, hasta alcanzar los 130.700 millones de euros; el liderazgo digital también se multiplica por cinco, llegando a los 54.800 millones de euros; la transición limpia y la descarbonización tendrá un presupuesto de 67.400 millones de euros, lo que supone una duplicación respecto al presupuesto anterior; y, el sector de salud, la biotecnología y la agricultura también duplicará su financiación, con un total de 22.600 millones de euros.
El rol de Ucrania en los presupuestos
El papel de Ucrania en la propuesta presupuestaria de la Unión es especialmente relevante dado la previsión de su adhesión a la alianza en 2030 y las contribuciones financieras europeas al país para asistir en la guerra con Rusia. Por ello, la presidenta de la Comisión ha propuesto un fondo de 100.000 millones de euros que se dedicará casi exclusivamente a la reconstrucción del Estado. No obstante, el primer ministro húngaro, Víctor Orbán, señaló este viernes en la radio nacional húngara, Kossuth Radio que “basado en el conocimiento de expertos, entre el 20 y el 25% del nuevo presupuesto europeo se destinará a Ucrania”.
Sin embargo, fuentes diplomáticas europeas han manifestado su desacuerdo con la cifra del primer ministro húngaro, señalando que no entiende sus cálculos. Ha remarcado la misma cifra que Von der Leyen, añadiendo que esto puede verse suplementado por ayuda humanitaria en forma de contribuciones financieras, pero que no representa el 20% del presupuesto europeo.