Este domingo 9 de junio, las elecciones europeas han puesto de manifiesto un inquietante avance de la ultraderecha en todo el continente. Desde Francia hasta Hungría, pasando por Italia y Alemania, partidos nacionalistas y de extrema derecha han logrado aumentar su representación en el Parlamento Europeo. Este ascenso refleja un clima de creciente descontento con las políticas tradicionales, marcado por un fuerte rechazo a la inmigración, una crítica severa a la Unión Europea y un llamado a retornar a valores nacionalistas. Los resultados preliminares indican que estos movimientos han capitalizado el miedo y la frustración de amplios sectores de la población, quienes sienten que sus voces no han sido escuchadas por las élites políticas establecidas.

Pormenorizando este ascenso de la ultraderecha, se encuentran resultados alarmantes. En Francia, Agrupación Nacional, bandera de la ultraderecha en el país galo, habría cumplido los pronósticos para hacerse con la victoria en las elecciones europeas, con un holgado triunfo que consolida sus aspiraciones de cara a otras citas electorales y que refleja el desgaste de la coalición impulsada por el presidente Emmanuel Macron.

El partido fundado por Jean Marie Le Pen y rebautizado para atraer nuevos votantes ha aglutinado entre el 31,5 y el 32,4 por ciento de los votos, frente al 15,2 de la lista Renacimiento, puntal dentro de la familia liberal europea, según los sondeos a pie de urna publicados por los medios.

Agrupación Nacional reedita de esta manera su inédita victoria de 2019, aunque hace cinco años la ventaja con la lista de Macron era inferior a un punto porcentual y de tan sólo un escaño. En esa cita, la tercera posición la ocupó Europa Ecología Los Verdes, mientras que los socialistas quedaron relegados a la sexta plaza.

En la vista de todos los partidos están ya las presidenciales de 2027, en las que la ultraderecha aspira a dar su salto definitivo al Elíseo. No en vano, la ultraderechista Marine Le Pen ya logró colarse en la segunda vuelta en los comicios de 2017 y 2022.

Por otra parte, en lo que respecta a Alemania, la formación ultraderechista AfD ha sido segunda fuerza, situándose únicamente por detrás de la coalición Unión Demócrata Cristiana (CDU)/Unión Social Cristiana (CSU). En concreto, la CDU/CSU ha aglutinado un 29,5% de los votos, frente a la ultraderechista Alternativa para Alemania que ha obtenido un 16,4%, lo que supone un importante ascenso con respecto al 11 por ciento de hace cinco años.

Tras conocerse estos datos, el 'número dos' del grupo parlamentario de CDU/CSU, Jens Spahn ha insinuado que el canciller Olaf Scholz debería pedir una moción de confianza en el Bundestag. "La coalición semáforo ha sido derrotada otra vez. Scholz ya no tiene una mayoría entre la población por sus políticas (...). ¿Cómo tiene que ser de duro el bofetón una y otra vez para que la coalición semáforo, para que Olaf Scholz comprenda que las cosas no pueden seguir así?", ha planteado.

Mientras, la dirigente de AfD Alice Weidel ha atribuido la mejora en los resultados de su formación a que "la gente se ha hecho más eurocrítica". "La gente está harta de tener tanta burocracia de Bruselas", ha apuntado, al tiempo que ha mencionado la prohibición de los vehículos de combustión como ejemplo.

En el caso de Austria, las primeras encuestas que se han publicado tras el comienzo de las elecciones concederían a Partido de la Libertad, de corte ultraderechista, una victoria histórica este domingo. Así lo ha dado a conocer el sondeo de la radiotelevisión pública austriaca ORF concede al partido ultra un 27% de los votos, casi cuatro puntos porcentuales por encima del conservador Partido Popular Austriaco (OVP).

El FPO lleva meses liderando las encuestas a las europeas merced a un discurso populista y euroescéptico que ha calado entre la población. Una encuesta de Ipsos el pasado 19 de marzo daba a la formación liderada por Herbert Kickl un 28,2% de apoyo. Por su parte, los socialdemócratas (SPO) han sacado un 23% provisional, seguidos de Verdes (10,5%), empatados estos últimos con los liberales del partido Neos (10,5%).

La ultraderecha ya está aquí

Esta primera proyección europea apunta, además, a una subida de la presencia de la extrema derecha en la que será la décima legislatura de la Eurocámara, con Conservadores y Reformistas (ECR, formación en la que se inscriben Vox y los Hermanos de Italia de Giorgia Meloni) que suma dos escaños hasta los 71 e Identidad y Democracia (ID, con Agrupación Nacional de Marine Le Pen) que alcanza los 62 escaños al sumar 13 representantes.

Otros partidos de la ultraderecha europea aparecen de momento como No Inscritos u ‘Otros’, por ejemplo, el partido de Alternativa para Alemania que obtiene 16 escaños o el español Se Acabó la Fiesta que entra por primera vez el Parlamento Europeo con dos escaños.

El avance de la ultraderecha en Europa tiene implicaciones significativas para el futuro del continente. Con una mayor presencia en el Parlamento Europeo, estos partidos podrían influir de manera decisiva en la formulación de políticas clave, desde la regulación de la migración hasta la cooperación económica y la seguridad. Este cambio podría debilitar la cohesión de la Unión Europea y fomentar un ambiente de mayor polarización y división entre los Estados miembros. Además, el fortalecimiento de la ultraderecha puede exacerbar las tensiones sociales y contribuir al auge de discursos xenófobos y antidemocráticos, poniendo en riesgo los valores de tolerancia y respeto a los derechos humanos que han sido pilares fundamentales de la integración europea.