La UEFA ha anunciado este viernes que la final de la UEFA Champions League se trasladará del estadio de la ciudad de San Petersburgo al Stade de France, en París, para el próximo 28 de mayo, después la guerra en la que se encuentran Rusia y Ucrania.

El presidente del organismo, Aleksander Ceferin, ha decidido convocar una asamblea extraordinaria de urgencia para este viernes ante el inicio del conflicto armado en el país ucraniano, estudiando la posibilidad de cambiar la sede de la final del torneo europeo.

El primer ministro británico, Boris Johnson, fue uno de los líderes internacionales más duros contra la UEFA y tildó de "inaceptable" que se pudiese celebrar la final en Rusia: "Me parece inaceptable que los grandes torneos internacionales de fútbol, como la final de la Champions o cualquier otro, puedan celebrarse en Rusia después de la invasión de un país soberano".

La UEFA ha mostrado el compromiso de su institución contra la guerra que se está viviendo en Ucrania y se ha visto obligada a cambiar la sede ante una situación que la han denominado como "un momento de crisis sin precedentes".

"La UEFA desea expresar su agradecimiento y reconocimiento al presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, por su apoyo personal y su compromiso para que el partido más prestigioso del fútbol europeo de clubes se traslade a Francia en un momento de crisis sin precedentes", ha señalado en un comunicado difundido.

El organismo que preside Aleksander Ceferin también ha advertido a los clubes de futbol y a las selecciones nacionales rusas y ucranianas de la necesidad de poder continuar con sus competiciones y torneos domésticos, siempre y cuando se celebren los encuentros en un campo neutral.

En el mismo escrito, la UEFA asegura que los clubes de fútbol rusos y ucranianos "deberán jugar sus partidos en casa en sedes neutrales hasta nuevo aviso". Una decisión muy parecida a la que tomó la Euroliga de baloncesto este jueves, suspendiendo los partidos en los que se encontraban equipos rusos.