Cerca de 800 soldados españoles participan en las operaciones de la OTAN en Europa del Este, de los que 350 militares se encuentran en la base de Adazi, Letonia, a 120 kilómetros de la frontera rusa, desde 2014, equipados con seis carros de combate Leopardo y 15 blindados Pizarro. Todos forman parte de la operación Presencia Avanzada Reforzada (EPF, por sus siglas en inglés) y están integrados en un batallón multinacional bajo mando canadiense. Desde el pasado 11 de febrero, cuatro cazas Eurofighter y 130 militares del Ala 14, con base en Los Llanos (Albacete), están destacados en la base de Graf Ignatievo (Bulgaria).

La misión de los soldados que se encuentran en Bulgaria hasta el 31 de marzo es defender el espacio aéreo y sus patrullas se extienden hasta 150 kilómetros al interior del mar Negro, donde deben interceptar a los aviones de combate rusos. Cuando acabe la misión en ese país, a partir del 1 de abril, los cazas españoles harán la misma misión en Lituania.

Tres buques y 306 efectivos

La Armada española, además, participa con tres buques y 306 efectivos en dos grupos navales permanentes de la OTAN: la fragata 'Blas de Lezo', el buque de acción marítima 'Meteoro' y el cazaminas 'Sella'. Desde el 22 junio pasado el Meteoro ejerce el mando de una de las dos flotas aliadas de cazaminas (la SNMCMG-2), de la que también forma parte el cazaminas Sella, que zarpó del puerto de Cartagena el pasado 25 de enero. La fragata Blas de Lezo, que zarpó de El Ferrol el 22 de enero, se ha integrado en una de las dos flotas de escoltas aliadas (la SNMG-2). 

La 'Blas de Lezo' es considerada la estrella de la Armada española y fue construida en 2003 en el astillero de Navantia en Ferrol. Su principal función es la de aportar capacidad de reacción inmediata a la OTAN en zonas candentes, como es el caso de los alrededores de Ucrania. 

Rusia tiene más de 30 buques en el Mar Negro

Las dos flotas de la OTAN tenían previsto navegar por el Mar Negro, pero la OTAN ha decidido que de momento se queden en el Mediterráneo Oriental y no crucen los Dardanelos para evitar que un choque indeseado con la flota rusa, que tiene más de 30 buques de guerra en el Mar Negro, algunos llegados desde el mar de Barents o el Pacífico, según datos de El País.

Los militares españoles, como la propia OTAN, no van a intervenir en la guerra de Ucrania. Su función es dar garantías a sus aliados del Este de que, en caso de agresión por parte de Rusia, todos los ejércitos aliados intervendrían.