Tanto la Unión Europea como la OTAN han advertido a Rusia de que darán una respuesta "unida y sólida" ante lo que han considerado un sabotaje del Nord Stream, el principal gasoducto que conecta el territorio ruso con Europa. Y es que ambas instituciones, así como otros países, han apuntado al ataque "deliberado" a esta infraestructura y han avisado que tomaran medidas. Entre ellas, todo parece indicar que van a aumentar la seguridad de las infraestructuras más importantes para la zona.

La UE cree que "no es una coincidencia"

Por su parte, la Unión Europea ha apuntado este miércoles a que los daños registrados en los gasoductos Nord Stream 1 y 2 se deben a "actos deliberados" y ha advertido de que responderá de forma "unida y sólida" si se demuestra que la fuga fue provocada.

En una declaración a Veintisiete, los Estados miembro ha mostrado su preocupación por el incidente registrado en los gasoductos que llevan gas ruso a Europa a través del Báltico, que ha acabado con fugas de gas en aguas internacionales. Todo en medio de un gran pulso energético con Rusia por la invasión de Ucrania.

Así, las instituciones europeas consideran que se trata de un acto de sabotaje, tras señalar en su comunicado que toda la información disponible "indica que las fugas son resultado de un acto deliberado" y, por ello, se compromete con cualquier investigación que arroje claridad sobre lo sucedido.

"Cualquier interrupción deliberada de la infraestructura energética europea es absolutamente inaceptable y tendrá una respuesta sólida y unida", ha avisado el comunicado firmado por los Veintisiete, que declara que la seguridad y las preocupaciones ambientales son de "máxima prioridad", indicando que estos incidentes "no son una coincidencia" y afectan a todos los europeos.

La OTAN habla de "sabotaje deliberado"

En la misma línea se ha pronunciado la OTAN, que ha advertido este jueves de que responderá a "ataques deliberados" contra infraestructuras críticas de los aliados tras el sabotaje al gasoducto Nord Stream. En un comunicado, los 30 aliados han declarado que están preparados para "disuadir y defenderse del uso coercitivo de la energía y tácticas híbridas".

"Cualquier ataque deliberado contra infraestructuras críticas de los aliados tendrá una respuesta unida y decidida", han subrayado. "Toda la información disponible apunta a que esto es el resultado de un acto de sabotaje deliberado, irresponsable e imprudente. Estas fugas ponen en riesgo la navegación y provocan un daño medioambiental importante", ha señalado el comunicado de la Alianza Atlántica.

"Apoyamos las investigaciones en marcha para determinar el origen de este daño", ha ahondado la OTAN. Los países nórdicos ya han anunciado un refuerzo de la vigilancia para proteger las infraestructuras de gas y petróleo, después del incidente en los gasoductos.

Dinamarca dio la voz de alarma este martes, tras detectar una fuga de gas en uno de los tramos de Nord Stream 2 en la isla danesa de Bornholm. Horas después, el tubo submarino Nord Stream 1 detectó una caída de la presión del gas procedente de Rusia enviado hacia Alemania y que afecta a las dos líneas del conducto.