Como si el 2020 hubiese viajado al futuro, China vuelve a estar colapsada por miles de contagios y fallecidos por coronavirus. Ante tal escalada de la evolución del virus que paralizó al mundo entero, Europa ha encendido las alertas. 

Expertos en salud de la Unión Europea se reunirán este miércoles en Bruselas para debatir la coordinación de los posibles y próximos requisitos de entrada a la zona comunitaria, así como las medidas de protección a tener en cuenta, con el objetivo de controlar la expansión del virus con la llegada de ciudadanos chinos. 

"La presidencia está buscando un enfoque común de la UE para la posible introducción de requisitos de entrada. Es importante que adoptemos rápidamente las medidas necesarias", ha afirmado el ministro sueco de Asuntos Sociales y Salud Pública, Jakob Forssmed.

Desde hace unas semanas, varios países europeos y Estados Unidos han comenzado a exigir un test negativo y la pauta completa de vacunación a la población china para acceder a territorio extranjero. 

Cabe destacar que la UE ha ofrecido a China vacunas contra la covid-19 gratuitas para hacer frente a los brotes masivos del virus. "La UE está lista para ofrecer su apoyo, incluida la experiencia en salud pública y las donaciones de vacunas", aseguró la comisaria de Salud, Stella Kyriakides, a través de sus redes sociales.

China tilda de "inaceptables" las normas extranjeras

Por su parte, el Gobierno chino ha tachado de "inaceptables" las medidas adoptadas por algunos países en aras de frenar la expansión del virus con la entrada de sus ciudadanos. De este modo, han defendido que no hay argumentos científicos que justifiquen la entrada en vigor de estas restricciones. 

"Nos oponemos firmemente a manipular las medidas de prevención y de control de la pandemia para lograr objetivos políticos", ha afirmado la portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Mao Ning, en una comparecencia ante los medios recogida por la prensa oficial.

Mao ha recordado que las variantes del coronavirus detectadas en China "ya están circulando por el mundo", por lo que no tienen cabida decisiones que serían "discriminatorias". "No deberían limitar la comunicación y la cooperación normales de las personas", ha remachado.

Así, Pekín se reserva el derecho a adoptar represalias, en virtud del "principio de reciprocidad" que rige las relaciones internacionales