El primer ministro británico, Rishi Sunakcon la colaboración del rey Carlos III, ha escenificado con la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, el cierre del acuerdo sobre Irlanda del Norte en plena era post-Brexit. El tratado, que se postuló como pieza clave para cerrar las negociaciones de la salida de Reino Unido de la Unión Europea, ha supuesto el mayor foco de conflicto diplomático entre Londres y Bruselas. El nuevo protocolo establece los acuerdos comerciales específicos posteriores al Brexit para Irlanda del Norte, y garantiza la eliminación de la frontera dura entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda, la última miembro de la UE, lo que tiene un fuerte impacto económico para ambos países.

Tras la toma de poder, Sunak ha conseguido conciliar la confianza de todas las partes implicadas. La reunión, celebrada en la metrópolis británica a la que se ha desplazado Von der Leyen para ultimar los detalles del acuerdo, ya indicaba la predisposición de los involucrados para salvar el escollo. Además, el acuerdo ha estado auspiciado desde el Palacio de Buckingham a pesar de las polémicas suscitadas a raíz de que la monarquía británica se reúna con la presidenta europea.

Tras la reunión de ambos mandatarios en Windsor, Sunak ha celebrado una videoconferencia para informar a su Gabinete de los pormenores del acuerdo.

La rebelión euroescéptica conservadora

El viaje de Von der Leyen a tierras británicas se dio a conocer el pasado viernes y durante el fin de semana los preparativos no han hecho más que sucederse. En un principio estaba previsto que la presidenta de la Comisión Europea viajase a Londres el mismo sábado para formalizar el pacto con Sunak.

Las autoridades británicas prepararon incluso una reunión con el monarca del país, Carlos III, con la complacencia de Downing Street, que tenía la intención de vender la solución alcanzada como un acuerdo histórico.

Sin embargo, la estrategia de promoción del premier británico no tardaría en hacer aguas. Las numerosas críticas lanzadas desde el sector euroescéptico conservador e incluso desde miembros del Partido Demócrata Unionista norirlandés (DUP), que comparten ideología con el Gobierno, por un supuesto incumplimiento de la neutralidad política que debe tener la monarquía, echaron abajo el acuerdo.

La firma del acuerdo en Windsor, donde Carlos III tiene una de sus principales residencias, no es casual. Tras la firma de lo que se conocerá como ‘la firma de Windsor’, Von der Leyen será recibida por el monarca británico inmediatamente después de su comparecencia conjunta junto al premier británico que se celebrará a las 16:30 (hora peninsular).

Tras la firma del acuerdo, Sunak viajará directamente de vuelta al palacio de Westminster, donde presentará a los diputados los detalles del acuerdo. A la par, el Gobierno británico publicará el texto definitivo.

El debate que tendrá lugar en la Cámara de los Comunes, será el medidor para conocer la intensidad de la rebelión en el seno de los tories. Sunak lleva semanas manteniendo careos con multitud de euroescépticos que engrosan las filas de su partido con el fin de convencerles de que el acuerdo alcanzado es una buena solución para rebajar la tensión con Irlanda del Norte y poner fin de una vez por todas al conflicto comercial con Bruselas.

Sin embargo, a pesar de la previsible sublevación de las filas conservadoras, la oposición laborista ya ha mostrado su firme intención de respaldar el pacto alcanzado con la UE, si finalmente este se somete a votación. El premier británico se comprometió a dar voz al parlamento, lo que resulta una incógnita, sin embargo, es si también se les dará voto, tal y como reclaman unionistas y euroescépticos.

Por su parte, los parlamentarios de la DUP ya han anunciado que se darán un plazo para decidir si respaldan o no la propuesta de Sunak. Un apoyo clave ya que muchos euroescépticos miran de reojo al partido norirlandés antes de comprometer su respuesta.

El acuerdo sobre Irlanda del Norte

Más allá de la ‘guerra fratricida’ británica, el protocolo sobre Irlanda e Irlanda del Norte, conocido comúnmente como el Protocolo de Irlanda del Norte, es la parte del Acuerdo de Retirada del Brexit que garantiza la ausencia de una frontera física en la isla de Irlanda después de que el Reino Unido abandonara formalmente la UE el 31 de enero de 2020.

Los objetivos principales del acuerdo, que ha supuesto el principal punto de fricción entre Londres y Bruselas, persiguen reconocer las circunstancias singulares de la isla de Irlanda. En concreto, dicho acuerdo reconoce específicamente la necesidad de evitar una frontera física entre Irlanda e Irlanda del Norte y proteger el Acuerdo del Viernes Santo (Acuerdo de Belfast) de 1998, cuyo objetivo es promover los intercambios entre comunidades y garantizar la ausencia de fronteras físicas entre Irlanda del Norte e Irlanda, por un lado. Mientras que, por otro lado, se busca garantizar la integridad del mercado único de bienes de la Unión Europea.