Rusia ha cortado este jueves el suministro de gas a Europa a través del gasoducto polaco. Así lo ha anunciado la empresa rusa Gazprom como respuesta a las sanciones impuestas por la Unión Europea en las últimas semanas.

Según el comunicado, su decisión "significa la prohibición de usar un gasoducto perteneciente al grupo EuRoPol GAZ (que tiene la parte polaca del gasoducto Yamal-Europa)para transportar gas ruso vía Polonia". Y es que el último paquete de sanciones de la UE afecta de lleno a los hidrocarduros rusos.

Dado que el paquete aún no ha sido aprobado debido a los problemas que ponen algunos países al comprar casi la totalidad del gas y petróleo a Rusia, el país presidido por Vladimir Putin pone aún más trabas para evitar que se apruebe por unanimidad las sanciones.

Rusia también ha reducido el envío de gas a una filial de Gazprom incautada por Alemania -Gazprom Germania Gmbh-, según el ministro de Economía alemán, Robert Habeck, que ha cifrado el recorte en 10 millones de metros cúbicos por día, el 3% del total del suministro.

Habeck ha negado que esto suponga un gran cambio a efectos prácticos, pero sí considera que demuestra que el suministro energético ha terminado por convertirse en "un arma" al servicio del presidente ruso, Vladimir Putin, según la agencia de noticias Bloomberg.

De hecho, las autoridades rusas ya anunciaron en abril que dejarían de enviar gas a Polonia y Bulgaria como represalia por no pagar el gas en rublos.

El gas, por ahora, no figura entre los objetivos de las sanciones de la UE, donde sí se ha generado debate por la propuesta de la Comisión Europea de vetar el petróleo ruso. Países del este de Europa dependientes de este crudo han pedido más tiempo para adaptarse e incluso Hungría ha amenazado con vetar esta iniciativa.

Rusia promete a Finlandia "represalias de carácter militar" si se une a la OTAN

El Ministerio de Exteriores de Rusia ha amenazado este jueves a Finlandia con "represalias de carácter militar-técnico y de otro tipo" si se une a la OTAN, después de que las autoridades finlandesas hayan anunciado su apoyo a esta posibilidad. Además, medios locales afirman que el corte de gas a Finlandia tras su intención de entrar en la OTAN se podría producir este viernes.

En un comunicado, la cartera de Exteriores rusa ha insistido en que la adhesión de Finlandia a la Alianza "causará graves daños a las relaciones bilaterales", por lo que Moscú ha afirmado que "se verá obligada" a tomar "represalias" para "detener las amenazas de seguridad a su territorio que se presenten al respecto".

Rusia ha hecho hincapié en que ha señalado "repetidamente" que la elección de las formas de garantizar su seguridad nacional depende de las autoridades y el pueblo de Finlandia, pero ha incidido en que "Helsinki debe ser consciente de la responsabilidad y las consecuencias de tal paso".

"Ingresar en la OTAN también será una violación directa de las obligaciones legales internacionales de Finlandia, principalmente el Tratado de Paz de París de 1947, que establece la obligación de las partes de no entrar en alianzas ni participar en coaliciones contra uno de ellos", ha advertido también.

En esta línea, según ha recogido la agencia de noticias rusa Interfax, también ha mencionado el Tratado de 1992 entre Rusia y Finlandia, que establece que las partes se abstendrán de la amenaza o el uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de la otra parte.

"Sin embargo, dada la indiferencia actual de Occidente hacia el Derecho Internacional, tal comportamiento se ha convertido en la norma", ha lamentado, enfatizando que Rusia pretende responder "de acuerdo con la situación".

Asimismo, ha destacado que, "durante décadas, la política de no alineación militar sirvió como base para la estabilidad en la región de del norte de Europa, proporcionó un nivel confiable de seguridad para el Estado finlandés, fue una base sólida para construir una cooperación y asociaciones mutuamente beneficiosas" entre ambos países, "en las que el papel del factor militar quedó reducido a cero".

"Ni las garantías de Rusia sobre la ausencia de intenciones hostiles hacia Finlandia, ni la larga historia de buena vecindad y cooperación mutuamente beneficiosa entre nuestros países han convencido a Helsinki de las ventajas de mantener una política de no alineación militar", ha lamentado el Ministerio de Exteriores ruso.