Rusia ha respondido al acuerdo aliado para suministrar de más tanques a Ucrania. Las autoridades de Kiev han alertado del lanzamiento de “más de 30 misiles” sobre la capital ucraniana. El alcalde Vitali Klitschko ha confirmado en su cuenta de Telegram un rosario de “explosiones” en el distrito de Dnipro. El regidor ha instado a los ciudadanos que “permanezcan en los refugios” ante la primera réplica de Putin a las ayudas aliadas.

Este pasado miércoles, tras varias jornadas de intenso debate, salpimentado con ruegos provenientes de Kiev e incluso un silencio ensordecedor por parte de algunos estados, los aliados cerraron filas. Alemania se sacudió de toda duda posible y cedió, previa conversación con Washington. El canciller germano, Olaf Scholz, y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, negociaron y cerraron un acuerdo mediante el cual ambos se comprometían al suministro de carros de combate a Ucrania ante el temor a una nueva ofensiva de Rusia. El giro teutón quebró la afonía de otros países, como es el caso de España, que aguardaba en un discreto segundo plano sin quitar un ojo a Berlín. Respuesta unitaria y firme que liquida los titubeos y exhibe el compromiso aliado con Zelenski.

Explosiones en Kiev

El movimiento aliado, sin embargo, ya ha registrado sus primeras consecuencias, adoptando la forma de misiles. Al menos, así lo han denunciado en primer término las sirenas en todas las regiones ucranianas. El quejido de las alarmas avisaba de una ofensiva rusa, que, según las primeras informaciones, no se ha cobrado ni una vida. El ataque de las tropas de Putin ha sido interceptado por las defensas antiaéreas ucranianas, pero el temor pervive instalado en cada hogar del país.

Nataliia Humenjuk, que comanda el Centro de Prensa Conjunto para el Comando Operacional Pivden, ha ratificado en una televisión local que las sirenas antimisiles han resonado por todas las regiones de Ucrania, síntoma de un ataque en ciernes “con misiles a gran escala”. Según ha publicado la agencia Reuters, las tropas de Vladimir Putin han lanzado una treintena de proyectiles sobre la capital del país, aunque las defensas antiaéreas han neutralizado la amenaza.

El alcalde de la capital del país, Vitali Klitschko, ha informado a través de su canal de Telegram que se estaban registrando diferentes deflagraciones en puntos diversos de Kiev. “Permanezcan en sus refugios”, instaba el regidor, quien acompañaba su mensaje de advertencia con más información sobre el ataque perpetrado por los rusos. “Se está lanzando un nuevo ataque a gran escala ahora mismo. Estamos observando actividad de la aviación estratégica enemiga desde el Mar Caspio”, precisaban después de que las autoridades detectaran tres portamisiles en el Mar Negro prestos para lanzar proyectiles Kalibre sin previo aviso. Cada uno de ellos con capacidad para albergar una veintena de bombas.

Ofensiva neutralizada

Con posterioridad, el jefe del Gabinete presidencial, Andriy Yermak, ha denunciado que se interceptaron los primeros misiles tras sonar las primeras alarmas, aunque no aclaró cuántos pudieron derribar o sobre qué zonas se habrían lanzado. En paralelo, a través de su perfil en Facebook, la Fuerza Aérea del Ejército de Ucrania ha informado de que habrían neutralizado 24 “drones kamikaze” de fabricación iraní durante la madrugada del 25 al 26 de enero.

Las autoridades militares, en base a datos preliminares, han registrado el lanzamiento de unos 24 drones Shahed, pero también fueron derribados por los “antiaéreos ucranianos, aviones de combate, grupos móviles de fuego de la Fuerza Aérea”. Otros 15 fueron destruidos en Kiev, también de madrugada, según ha adelantado el responsable de la Administración Militar en la ciudad, Serhii Popko.

 

Avisos del Kremlin

En la jornada del miércoles, coincidiendo con el acuerdo aliado, Rusia advertía del error que supondría la maniobra occidental de apoyo a Ucrania no solo para el devenir del conflicto, sino también en clave diplomática. El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, considera poco más que “una idea absurda” el suministro de blindados.

El Gobierno ruso estima que es “desastroso” desde el punto de vista tecnológico porque entienden que esos tanques “se quemarán igual que los demás”, con el agravante de que los Leopard son “más caros”. “Su coste cae sobre los hombros de los europeos”, ironizaba el portavoz ruso, que se atrevió a adjetivar el movimiento aliado como una “ilusión” más.

Más allá de los niveles de acierto intrínsecos a la decisión, Rusia persiste en amenazar a los países de la órbita europea, tildando el movimiento como “extremadamente peligroso” al considerarlo una “provocación” directa a su país. “Llevan el conflicto a un nuevo nivel de confrontación”, apuntalan desde el Kremlin. En otras palabras, advierten con expandir el campo de batalla a toda Europa. Además, creen que el argumento de un envío de “armamento defensivo” está desgastado, subrayando que sería una “burda provocación”.

Por otro lado, el embajador ruso en Estados Unidos, Anatoli Antónov, ha apuntado directamente a Washington como marionetista de Ucrania. “Es evidente que está tratando deliberadamente de infligirnos una derrota estratégica y da luz verde al uso de la ayuda para atacar Crimea”, esgrime el diplomático, quien también sugiere que las relaciones están prácticamente rotas con Alemania u otros países de la Unión Europea, así como los adscritos a la OTAN.