El ministro de Salud de Israel, Uriel Busso, ha suspendido la directriz emitida el jueves por responsables de Defensa, la cual permitía brindar atención a ciudadanos gazatíes y libaneses en los centros médicos del país. De esta manera, el ministro de Salud israelí ha revocado la diretriz para atender a residentes de Gaza en los hospitales de Israel. Busso ha confirmado que ya se ha comunicado con el director general de su cartera, Moshe Bar Siman-Tov, para que anule las órdenes recibidas el día anterior, argumentando que las instrucciones de Defensa fueron emitidas sin su conocimiento ni aprobación.

El ministro, perteneciente al partido ultraortodoxo Shas, ha subrayado que la única política de atención médica vigente en este sentido es la que otorga al Ejército la autoridad para atender a "terroristas gazatíes" exclusivamente en sus instalaciones militares. En este sentido, Busso ha hecho hincapié en que la "inequívoca política" de su departamento contra "la admisión de terroristas en centros médicos del país permanece sin cambios", según ha informado el Jerusalem Post.

Asimismo, ha destacado “las complicaciones” que conllevaría evacuar a los heridos en Gaza hacia Israel, ya que requeriría un corredor seguro, asistencia de la Media Luna Roja y un paso entre Israel y la Franja de Gaza, algo imposible en la actualidad.

Estas restricciones se han oficializado este viernes, el mismo día que se daba a conocer que alrededor de 80 palestinos han perdido la vida debido a los bombardeos realizados durante esa misma jornada por el Ejército de Israel en distintos puntos de la Franja de Gaza, incluyendo un ataque cerca del Hospital Al Shifa. Fuentes médicas citadas por la agencia palestina de noticias WAFA han reportado que al menos 77 palestinos han fallecido y varias decenas han resultado heridos en estos ataques, como parte de la ofensiva lanzada por Israel contra el enclave.

Así, la situación humanitaria en Gaza se deteriora cada vez más y parece no tener límite. Este viernes, el Ministerio de Sanidad de la Franja de Gaza ha elevado a cerca de 25,000 el número de fallecidos desde el inicio de la ofensiva militar israelí el 7 de octubre, en represalia a los atentados perpetrados por el grupo islamista Hamás.

La cifra de heridos asciende a 62,108, según este balance oficial, al cual Naciones Unidas otorga credibilidad. Las autoridades locales advierten sobre zonas inaccesibles y temen que pueda haber víctimas sepultadas bajo los escombros. Además, más de 1.9 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares desde el inicio del conflicto, refugiándose en su mayoría en zonas del sur que ahora también se encuentras amenazadas.

La esperanza de los palestinos se recrudece, pues estos hechos llegan tan solo una semana después de que el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, afirmara que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) no va a disuadir a Israel de mantener la guerra en Gaza hasta lograr la "victoria total". Unas declaraciones que el líder israelí pronunciaba en respuesta a la demanda que presentó Sudáfrica en el tribunal internacional, alegando genocidio contra los palestinos.