Los países latinoamericanos son una de las máximas expresiones -sino la primera- de la polarización política de la que beben en última instancia los populismos. Sucedió en Brasil, con la victoria electoral de Jair Bolsonaro antes de la llegada al poder de Lula, y ha ocurrido ahora en Argentina con el triunfo de Javier Milei, un ultraderechista definido como 'anarco capitalista' que recibía el apoyo del más del 30% de los ciudadanos en las primarias del pasado domingo; una clara diferencia sobre el peronismo que hasta ahora tenía el bastón de mando nacional en el país. Pero, ¿a qué se enfrenta 'la Argentina' si Milei termina siendo presidente del Gobierno, como apuntan las quinielas? Reduciendo mucho su línea discursiva, al disparate más absoluto

No va tanto de cuestiones puramente económicas o sociales como las que se entienden como tales en nuestro país y que, estando más o menos a favor, representarían los principales partidos de nuestro tablero. Es más, incluso Vox, siglas bajo las que se aglutina la extrema derecha en España, es menos excéntrica -aunque se apoyan mutuamente- que su homólogo argentino, a pesar de que los de Santiago Abascal mantengan una línea evidente antimigratorio y en contra de los derechos LGTBI. 

Puede sonar osado, pero es que Milei ha propuesto en los últimos años quemar el Banco Central, ha apoyado la venta de órganos como un "mercado más", e incluso no ha cerrado la puerta a la venta de niños. "Si yo tuviera un hijo no lo vendería (...) la respuesta depende de en qué términos estés pensando, quizás en 200 años se podría debatir", dijo en directo siguiendo el argumento con el que defendía, precisamente, la compraventa de órganos.

Javier Milei, maltratado de niño

A sus 52 años de edad -cumple 53 el día de las elecciones-, y aunque el vuelco todavía es posible, Milei podría convertirse en presidente del territorio albiceleste. No quería saber nada de sus padres (se ha vuelto a hablar con ellos), un chófer de autobús que terminó siendo empresario de transporte, y una ama de casa, que lo maltrataron de pequeño mediante palizas y abusos verbales. Quizá esto explique -aunque eso compete a los psicólogos- su personalidad histriónica, caracterizado por un patrón generalizado de excesiva emocionalidad y búsqueda de atención.

Estudió en el colegio Cardenal Copello de Villa Devoto, un suburbio residencial situado en Buenos Aires en el que jugó como portero en las divisiones inferiores del club Chacarita Juniors y cantó en un grupo que versionaba a los Rolling. Se sacó el grado en Economía y maestría en universidades privadas de la capital argentina, ámbito -el económico- en el que impuso el debate sobre la dolarización ante la inflación disparada.

Apoyado en los medios de comunicación, al puro estilo Trump

Igualmente curioso es que el candidato de la ultraderecha argentina fuera tertuliano antes de dar el salto definitivo a la política. Esto no es extraño, ya que se encuentran ejemplos similares en otras partes del mundo -sin ir más lejos, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, fue actor antes que político-, pero en su caso ha servido para desatar su política antisistema y contra todos desde la primera vez que pisó un plató televisivo, en 2016.

Dentro de su trayectoria profesional, fue también asesor del general Antonio Bussi, militar que fue gobernador de Tucumán durante la dictadura y después diputado nacional y, entre otros cargos, economista jefe de la Fundación Acordar. Para entender sus intervenciones y su fama a raíz de los medios de comunicación, hay que saber que trabajó para Eduardo Eurnekian, uno de los hombres más ricos del país y dueño de la televisión que le catapultó. En 2021 fue elegido diputado junto a la abogada Victoria Villarroel, negacionista de la dictadura de Videla.
Controvertida vida privada que él alimenta

El contra todos es su 'modus operandi'. De hecho es el lema que repiten sus fieles allá donde le siguen. En esta línea, es plenamente consciente de que constantemente traspasa la línea roja, y defiende cuándo y por qué lo hace; como cuando la exdiputada de izquierdas, Victoria Donda, dijo que era un "panelista despeinado que grita en un escenario y duerme con ocho perros y su hermana". "No tengo ocho, tengo cinco", 'corregía' este. 

Biógrafos apuntan a que estudia telepatía y a que tiene una médium para comunicarse con el mayor de sus mastines, que murió en 2017. Él simplemente apunta a que "lo que hace de puertas adentro es problema suyo".

Javier Milei: Ultraderecha, a fin de cuentas

Lo que queda claro en Milei es que, con más o menos exabruptos, la ultraderecha es eso, ultraderecha, en todas partes del mundo. La hoja de ruta del candidato argentino no dista demasiado del de 'compañeros' como Giorgia Meloni, Le Pen o el propio Abascal: contra el aborto, la educación sexual o la defensa de un trato distinto a los migrantes bajo el traje de una persona muy católica que, en su caso, estaría "estudiando" convertirse al judaísmo.

Investigado por la Justicia

Su partido, La Libertad Avanza, que confía en celebrar la victoria el próximo 22 de octubre, concretamente su entorno, está siendo investigado ante las sospechas de que pidiera miles de dólares enefectivo a cambio de puestos en las listas para los comicios. No está de más reseñar el primer mítin que Milei hizo, hace poco más de un año y que apenas reunió a mil personas. Bien distinta es su situación actual, que ha logrado apoyándose principalmente en su hermana y un ex asesor de prensa del Gobierno de los 90.

"¡Viva la libertad, carajo!, ¡Viva Vox!"

Milei no oculta su compadreo con Abascal y ha llegado a participar de actos del partido verde. Concretamente lo hizo en octubre de 2022, cuando fue invitado por la formación de extrema derecha española a su festival Viva22. "¡Viva la libertad!, ¡Viva España!, ¡Viva Vox! ¡Viva Santiago Abascal! ¡Vamos contra los zurdos!", fueron algunas de las proclamas que lanzó por aquel entonces, cuando su intención de voto se situaba en torno al 25%.